Cualquier parecido con la verdad NO es pura coincidencia. Alejandro Sanz se ha quitado las máscaras y nos ha campechano las puertas de su dormitorio para que conozcamos su estado de actitud, o, al menos, el que tenía mientras componía esta canción.
“Me ha nacido de las heridas del alma”, dice Sanz, que es como opinar que lo que cuenta no es una ficción, sino que lo ha sentido en sus propias carnes. A este redactor le importa muy poco con quién comparte su vida el comediante, pero la obra es inequívoca: Sanz ha pasado por una travesía en el desierto sentimental y nos hace partícipes a todos. En su nuevo videoclip es tiroteado, presenta un agujero en el pecho y la verso no deja emplazamiento a dudas: la pérdida tiene acento cubano. “Tú siempre serás La Habana, y yo siempre seré Madrid”.
¿Qué hice? se pregunta el músico madrileñogaditano al inicio de la canción. Pues eso, que lo ha vuelto a hacer. “Palmeras en el rosaleda” se suma a la larga registro de canciones de Alejandro Sanz que no te pondrías para animar una fiesta con amigos, pero que podrás lamentar o abroncar en el freno de camino al trabajo o en la ducha de una lunes de otoño por la tarde.
PREGUNTA. Acabo de ver el videoclip. ¡Qué atún, pero qué triste!
RESPUESTA. Es una canción sobre una despedida, sobre los motivos del por qué y el poso que deja una relación cuando termina. Entonces, pues sí, sale muy directa del alma y las canciones que salen directas del corazón tienen una extra motivación. No sé cómo llamarlo, una especie de swing de cómo llega al corazón de quien audición esa canción. Para mí resulta casi como una vía de escape y una forma de explicar o sacar de adentro ese dolor, pero creo que el resultado es bueno.
P. Siempre que sacas una canción hay quienes dicen que has vuelto a tus orígenes. ¿Es así en esta ocasión?
R. No creo. Yo nunca digo de mis orígenes, creo que mi música siempre ha estado impregnada de lo que yo aprendí de pequeño en la música y de las inquietudes que yo tengo a la hora de crear una canción. No se tráfico de retornar a los orígenes, se tráfico de seguir en la esencia de uno mismo y de poder transmitirlo.
P. “En Madrid está lloviendo y todo sigue como siempre, solamente que no estás y el tiempo pasa lentamente…”. Esto decías en el clásico “Mi soledad y yo”. Ahora dices que “Tú siempre serás la Habana, y yo siempre seré Madrid”. ¿Madrid para ti es tristeza, nostalgia?
R. No, Madrid es excusa. Madrid es mucha alegría, Madrid tiene muchísimas cosas, pero sí es verdad que tiene ese toque mustio, ese otoño muy particular pero que no es triste. Es una cosa con cierta nostalgia que me gusta, que me parece que explica, adicionalmente, la ciudad donde vive uno, donde está uno, y sirve para explicar esa situación.
“No hay forma de afectar ese tipo de dolor, no puedes hacer una canción ficticia sobre eso”
P. ¿Se compone mejor una historia cuando la vives en primera persona? ¿Cuántas veces se puede herir el corazón y retornar a sanarse?
R. Hace tiempo defendía la idea de que no hacía desatiendo que se partiera el corazón para escribir una buena canción de desamor, porque ya llegamos a ser unos profesionales (ríe), pero cuando te ocurre de verdad no tiene comparación. No hay forma de afectar ese tipo de dolor, no lo puedes disimular, no puedes fingirlo y no puedes hacer una canción ficticia sobre eso. No sé cuántas veces son suficientes para instruirse pero desde luego creo que es mucho mejor abandonar a que ocurra a cerrar las puertas a que te ocurran cosas bonitas en la vida, ¿no?
P. ¿Tienes Palmeras en el rosaleda?
R. Sí…
P. ¿Y qué hacen en La Habana para rememorar lo de Madrid? No sé, ¿plantan Madroños?
R. (ríe) Bueno, yo creo que nos tienen presentes asimismo. Yo creo que sí son dos pueblos muy unidos culturalmente y históricamente con mucha relación. No sé exactamente qué plantan allí. No he estado nunca en Cuba, y eso que le he escrito muchas canciones, pero no he estado nunca allí.
Supongo que quedan mil historias de aprecio por el camino, ¿no?
P. ¿Te gustaría ir a Cuba?
R. Me gustaría estar en Cuba en algún momento, sí, pero imagínate. Difícil, de momento.
P. Estás preparando un documental sobre tu vida. ¿Qué título le pondrías a un breviario de tu vida?
R. (piensa) Lo más premonitorio fue “viviendo deprisa”, ¿no? A posteriori de 30 primaveras de carrera me parece que se ha ido todo así, en un chasquido. Pero, no sé, :”siete vidas, siete vidas tiene un micifuz”.
“No he estado nunca en Cuba y eso que le he escrito muchas canciones”
P. ¿Habrá colaboraciones en el disco?
R. Va a suceder colaboraciones, sí, va a suceder colaboraciones muy interesantes. La verdad es que ha sido un disco muy trabajado, llevamos casi dos primaveras trabajando en este disco. Con muchos músicos, muchedumbre nueva… He descubierto unos personajes increíbles adentro de la música. Manu, que es un pequeño de aquí, más de extrarradio que un columpio, pero que le gusta Lope de Vega… Creo que va a sorprender mucho alguna de las colaboraciones y, sobre todo, cómo está hecho el tipo de arreglo que hemos utilizado.
P. ¿Shakira?
R. (ríe) Todavía no te puedo opinar mínimo.
P. ¿Rosalía?
R. No, no puedo opinar mínimo.
P. Oye, 30 primaveras en esto de la música. Seguro que cambian muchas cosas, pero…¿qué se mantiene?
R. Creo que esta pregunta me la han hecho alguna vez y creo que me la has hecho tú asimismo…(ríe). Lo más importante que tienes que conservar son las ganas. Hoy que empezábamos con el tema de las entrevistas me levantaba ya medio malo, ¿sabes? Todavía tengo esos histerismo y esas ganas de que todo salga adecuadamente y la incertidumbre. Cuando me vas a enseñarle primero los profesionales las canciones, el vídeo y tal, qué reacción van a tener, si les va a querer, si no… Esa ingenuidad o esa sensación de incertidumbre es muy buena seguir conservándola.
Fin de la entrevista. Alejandro Sanz no solo conserva la ingenuidad y los histerismo de los inicios. Igualmente la educación y la profesionalidad.
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