La investigación contra el cáncer avanza en la búsqueda de tratamientos más personalizados, adaptados a cada paciente. Es un trabajo de precisión, minucioso, tras décadas de investigación que han permitido describir el comportamiento de las células cancerosas e identificar sus puntos débiles.
En los últimos primaveras, la medicina de precisión ha irrumpido como una alternativa prometedora en el tratamiento del cáncer. A diferencia de los enfoques convencionales, que suelen seguir protocolos de tratamiento estandarizados, la medicina de precisión adapta las terapias a las características genéticas y moleculares específicas de cada tumor y de cada paciente. En este sentido, las dianas terapéuticas, que atacan de forma directa las células tumorales, han destapado un camino revolucionario para el tratamiento oncológico.
“Las células tumorales tienen mecanismos que necesitan para morar, y nuestro objetivo es bloquearlos para que estas células mueran. ¿Cómo lo conseguimos? En muchas ocasiones, el tumor nos ofrece unas ‘dianas’, moléculas que distinguen a las células cancerosas de las normales. Lo que buscamos es desarrollar fármacos que podamos dirigir contra ellas para desactivarlas”, explica el doctor Urbano Anido, oncólogo del hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.
Dianas terapéuticas: objetivos específicos en el tratamiento contra el cáncer
La esencia de las dianas terapéuticas radica en su capacidad para llevar a cabo de forma selectiva sobre las células tumorales, minimizando el daño colateral en los tejidos sanos. Esto se logra identificando las moléculas o proteínas específicas que diferencian a las células cancerígenas de las sanas. Una vez que se ha detectado una diana, se pueden desarrollar fármacos dirigidos, conocidos como “terapias dirigidas”, que interfieren en el funcionamiento de dichas moléculas, impidiendo el crecimiento y la proliferación del cáncer.
“En función de la diana, conseguimos que el tumor no pueda crecer ni obtener los nutrientes necesarios para desarrollarse descontroladamente”, señala el Dr. Anido. Este tipo de tratamiento no sólo progreso la efectividad de la terapia, sino que todavía reduce significativamente los mercadería secundarios tóxicos, que son característicos en tratamientos convencionales como la quimioterapiao la radioterapia.
El potencial de la terapia dirigida y sus límites
La terapia dirigida ha mostrado resultados prometedores. “Cada vez tenemos más dianas terapéuticas identificadas en más tumores. Ya se han conseguido grandes resultados en el tratamiento del melanoma, cáncer de pulmón, mama, colon, hígado o incluso tumores cerebrales”, apunta el oncólogo.
Sin confiscación, esta técnica no está exenta de limitaciones. Para que sea efectiva, es fundamental que el tumor tenga una diana terapéutica identificable y accesible. Esto implica realizar pruebas genéticas y moleculares que determinen si el paciente es candidato para este tipo de tratamiento.
El Dr. Anido recalca la importancia de esta selección: “No todos los cánceres tienen dianas claras, y aunque la terapia dirigida sea eficaz en algunos tipos de cáncer, en otros casos es necesario combinarla con la quimioterapia tradicional o incluso la inmunoterapia para maximizar su competencia. Este enfoque multimodal permite una decano capacidad de respuesta en los pacientes con tumores más agresivos o resistentes a otros tratamientos”.
Contienda: alrededor de un enfoque personalizado en el tratamiento del cáncer
A medida que las terapias dirigidas ganan protagonismo, todavía se presentan nuevos desafíos. Entre ellos, la penuria de realizar pruebas moleculares avanzadas para identificar las dianas en cada paciente. Por otra parte, algunos tumores tienen la capacidad de mutar y desarrollar resistor a los fármacos dirigidos, lo que complica el proceso de tratamiento.
Para los especialistas, el futuro de la oncología pasa inevitablemente por profundizar en la investigación genética y molecular y, aunque los tratamientos dirigidos aún presentan obstáculos y no son aplicables a todos los tipos de cáncer, el progreso investigador permite vislumbrar un futuro en el que las terapias se adapten de forma cada vez más específica a las evacuación de cada paciente.
Estamos en el inicio de una nueva era en oncología, y cada paso nos acerca un poco más al objetivo de la oncología: erradicar el cáncer o, al menos, controlarlo de forma eficaz.
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