El acusado sabía que la mujer estaba desconectada de la realidad ya que padecía delirios religiosos místicos y megalomanía.
Según informaron este jueves fuentes jurídicas, la víctima sufre una alteración en el contenido de sus pensamientos, en forma de Ideas delirantes místicas religiosas y megalómanas.lo cual alteró, en su totalidad, su capacidad de juicio y decisión, ya que la colocó fuera de la realidad.
Esta situación y las ideas delirantes, al menos desde 2013se hicieron más presentes, alterando completamente sus capacidades cognitivas y volitivas.
Los magistrados de la Sección Tercera consideran probado que El acusado, consciente del estado mental de la mujer. -desde sus exageradas ideas religiosas que incluso la hacían considerarse “santa”-, concibió la posibilidad de hacerse con todos los ahorros que tenía depositados en distintas entidades bancarias.
Para ello, hizo creer a la anciana, con llamadas telefónicas desde un número oculto, que “Nuestro Señor Jesucristo” o la “Virgen María” la llamaron para pedirle que retirara diferentes cantidades de dinero de sus cuentas y se los entregó para que los depositara en el “Banco del Cielo” o los llevara a la tienda que regentaba el acusado.
Una vez allí, dicen los magistrados en su resolución, “en una sala de masajes del local, le dijo que guardara el dinero en un cajón desde donde iba al ‘Banco del Cielo’, provocándole la convicción de que habría más ingresos y podría construir una casa en el cielo.“, junto con su madre y su esposo, haciéndole creer el acusado que él también depositaba dinero en dicho banco celestial”.
La sentencia explica que para dar mayor credibilidad a las “apariciones”, el acusado protagonizaba conversaciones en su tienda o por teléfono, cambiando o alterando su voz y haciendo creer a la anciana que estaba hablando con su difunta madre, Dios o la Virgen María.
También la presionó diciéndole que iba a matar a sus hijos o hacer desaparecer el dinero depositado en el cielo si ella les contaba que él le estaba dando dinero.
Un engaño durante seis años
El condenado ha añadido a su patrimonio casi 287.000 euros procedentes de la anciana a la que estuvo engañando durante seis años.
La víctima ha perdido todos sus ahorros, quedando sólo los pagos mensuales de su pequeña pensión, que el acusado no podía asumir por estar descubierto y denunciado por los hijos de la víctima.
“No sólo ha perdido todos sus ahorros sino que quedó endeudada con el banco al que pidió un préstamo personal y ahora afronta su futuro no con lo que tenía sino con lo que le queda, solo su pensión acumulada mes a mes. , tras la acción predatoria del imputado quien, sin duda, sabía que con sus sucesivos pedidos terminaría defraudando todos los bienes de la anciana.”enfatiza la frase.
La mujer, en su declaración en el juicio, explicó que vino a pedirle que le comprara pan porque ya no tenía dinero y él le respondió que no podía darle nada porque había tenido unos gastos imprevistos por la supuesta enfermedad de su madre.