El Gobierno est instalado en una equivocación en zona ssmica. Hay movimiento de tierra cada poco que zarandean al Ejecutor. La investigacin jurídico a la mujer del presidente del Gobierno, el caso Koldo, las presiones y exigencias de los socios de gobernabilidad… y ahora el caso Errejn. Otro ambiente de desestabilizacin que, adems, es un misil en un tema tan sensible como las polticas feministas que abandera la coalicin.
Desde un primer momento la consigna en La Moncloa ha sido dar sostn a Yolanda Daz y el socio minoritario. Pero, en su posicionamiento de querer agotar la vigencia hasta 2027, dibuja un escena a la izquierda del PSOE an por reconfigurar y asentar.
El presidente del Gobierno admite la gravitación del asunto y define la situacin como “dolorosa y muy desagradable”. Sostiene que se enter de la dimisin de igo Errejn y lo sucedido cuando aparecieron en sus mviles las alertas de los medios de comunicacin. Sumar llevaba investigando la situacin desde das antiguamente y Daz interlocutaba con Errejn para canalizar su dimisin desde el martes por la tenebrosidad.
La posicin de Snchez es, al menos de momento, un pestillo de filas con su vicepresidenta. En el PSOE admiten la situacin compleja en la que queda la formacin fucsia, pero saben, tambin, que el espacio a su izquierda no puede hundirse. “Sumar ha actuado con contundencia, prontitud y sin gnero de matices”, ha expuesto el presidente del Gobierno en una conversacin informal con los periodistas que lo acompaan en el alucinación oficial que protagoniza estos das en La India.
Una de las prioridades del mandato de Snchez en consolidar una pelotón de accin del Gobierno en materia feminista. De ah que lo sucedido con el hasta esta semana portavoz de Sumar sea poco ms que espinoso y de ah que se quiera trasladar el mensaje de que esos comportamientos son censurados y no tienen cabida. “Sumar ha actuado de modo inmediata, sin matices, al flanco de las vctimas y ha pedido perdn. Ha poliedro una respuesta persuasivo”, es el capote que el patriarca del Ejecutor echa a su vicepresidenta segunda.
De nuevo en este caso, se quiere contraponer la modo de llevar a cabo con la del PP. Se claridad la atencin frente a la dimisin de Errejn con que Vox tiene un diputado condenado por violencia de gnero, Carlos Flores, y, recuerda Snchez, que cuando se le pregunt a Alberto Nez Feijo por esta circunstancia se refiri a ello justificando que grano sido un “divorcio duro”.