La etarra Ainhoa García Montero ha agradecido este lunes en el razón que se ha celebrado en su contra en la Audiencia Doméstico que fue la autora del homicidio del patrón vasco José Maria Korta en agosto de 2000 mediante la detonación de un coche munición.
“¿Reconoce usted los hechos que están narrados en el escrito de inculpación?”, le ha preguntado el fiscal Carlos García Berro. “Sí”, ha contestado la acusada.
Inicialmente, la Fiscalía solicitaba que fuese condenada a 30 abriles y 6 meses de prisión. Finalmente, ha instado a que se le condene a 26 abriles y 9 meses de calabozo por un delito de homicidio terrorista y otro de falsificación de documentos.
Adicionalmente, ha solicitado que se prohíba a García Montero aproximarse tanto a la viuda como a los hijos del patrón asesinado así como a la población de Zumaya.
La Fiscalía sostenía en su escrito de inculpación que García Montero formaba parte del comando Buruntza/Zartako de la ordenamiento terrorista ETA. Así, y “en unión de otras personas, resolvió dar asesinato a José María Korta, a la sazón propietario de la empresa Korta, ubicada en el polígono industrial Gorostiaga de la población guipuzcoana de Zumaia”.
Luego de que a García Montero le fuese facilitado un coche que fue robado previamente por miembros del comando Erezuma, ésta habría sustituido “las matrículas originales por otras confeccionadas con literatura y números de material plástico adherido sobre placas en blanco y colocó en dicho turismo un artefacto compuesto por entre 15 a 20 kilos de gelatina explosiva o dinamita tipo tirador, que ubicaron en el interior de una tartera en el maletero, y un sistema de ignición eléctrica, que dispusieron en la guantera conectado con la antena del transporte”.
El 8 de agosto del año 2000, la acusada y otro etarra ya condenado, según la Fiscalía, trasladaron el coche al aparcamiento situado frente a la frente principal de la empresa Korta, en concreto al costado del transporte utilizado por el patrón.
“Sobre las 12:15 horas y cuando José María Korta salió del edificio de la empresa y subió al Audi, la procesada y otra persona ya condenada por estos hechos, empleando un radiodifusión mando y desde la carretera GI-3760, obrando con perfecta visión sobre el aparcamiento, hicieron detonar el explosivo que alcanzó a su víctima, causando su fallecimiento escaso minutos más tarde”, relataba el escrito del fiscal.