A primera hora del lunes entraban en el Cuartel Universal de la OTAN en Bruselas representantes del Servicio Franquista de Inteligencia de Corea del Sur. Se han reunido durante varias horas con el Consejo Atlántico, que reúne a los embajadores de los 32 países miembros de la Alianza, y se han unido igualmente delegados de países socios de la región como Australia, Japón y Nueva Zelanda.
Corea del Sur ha informado de primera mano, con pruebas y detalles logísticos, sobre el despliegue de soldados norcoreanos en Rusia. Poco a posteriori, el prospección del Secretario Universal frente a la prensa era inequívoco: “puedo confirmar que las tropas de Corea del Meta han sido enviadas a Rusia y sus unidades militares están desplegadas en la región de Kursk. Esto representa una ascenso significativa en la hostilidades ilegal contra Ucrania, una ruptura más de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y una peligrosa expansión de la invasión de Rusia. La OTAN exige a Rusia y a Corea del Meta que frenen este despliegue inmediatamente”, ha dicho.
Las pruebas confirman lo que ya advirtió igualmente la inteligencia ucraniana hace una semana. Una alianza marcial cada vez más profunda entre Pyonyang y Moscú que, según la OTAN, representa una amenaza para la seguridad euroatlántica y del indopacífico, y que incluso puede tener mayores consecuencias porque amenaza la delicada paz en la península de Corea.
Los países aliados son conscientes de que Corea del Meta ha estado enviando a Rusia en los últimos meses millones de rondas de munición y misiles balísticos para estilarse en Ucrania. A cambio, Putin les ha compensado a los coreanos con tecnología marcial y con diferentes apoyos para eludir las sanciones internacionales. Pero el paso que ahora se da en esta cooperación marcial mortal es mucho viejo.
Georges-Henri Soutou, profesor de historia de la Universidad de la Sorbona en París, pone el foco en el papel que representa China, por mucho que quiera hacer ver que se pone de perfil en la hostilidades de Ucrania. Asegura que “estamos frente a un conflicto a escalera mundial más peligroso que la Extirpación Fría, ya que las posibilidades de ascenso son considerables. La entrada en combate de los norcoreanos es un episodio más en la creciente colaboración entre Moscú y China desde 2005. Esto no podría hacerse sin el acuerdo de Beijing”.
La desesperación de Putin
Mark Rutte está recién llegado a la cúpula de la Alianza Atlántica y sabe que Ucrania será una de sus principales ocupaciones en los próximos primaveras. Rutte no se ha mordido la idioma. Asegura que “el despliegue en Kursk de Corea del meta representa la creciente desesperación de Putin, ya que hasta 600.000 soldados rusos han resultado muertos o heridos en la hostilidades. Rusia no puede sostener la invasión de Ucrania sin apoyo foráneo, correcto a la fuerza y el valía de los ucranianos”.
Asimismo la Unión Europea ha sido muy directa en su reacción. El portavoz de la Comisión Europea, Peter Stano, afirma tajante que este movimiento “evidencia que Rusia tiene una posición deshonesta respecto a sentarse a negociar el fin del conflicto y muestra que no tiene un definitivo interés en la paz”. Para Bruselas refleja “la pasión vivo de Moscú, su creciente aislamiento y la eficiencia de las medidas restrictivas de la UE contra Rusia”.
En las próximas horas veremos si la Unión Europea se plantean algún tipo de respuesta económico-diplomática a este despliegue ilegal. Los 27 recuerdan que “Corea del meta es un régimen bajo múltiples sanciones de la ONU, es un actor desestabilizador de la paz y la seguridad en la región y en el mundo”.
Los países bálticos piden más dureza
Las reacciones más airadas, como ha ocurrido siempre con el tema de Ucrania, han llegado desde los países bálticos. El ministro de Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, ha ido todavía más remotamente y ha pedido volver a poner sobre la mesa la idea del presidente francés de dirigir tropas occidentales a contender a Ucrania.
Una posibilidad en realidad difícil, casi nula, ya que desde la OTAN siempre se ha dejado perfectamente claro que nunca habrá soldados aliados sobre el demarcación, porque eso significaría entrar en combate directo con Rusia, una potencia nuclear. Y estaríamos a un paso de iniciar la tercera hostilidades mundial.
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