El Congreso Internacional “Fontes”, que pretende ser el núcleo a partir del cual se articule la candidatura de la Ribeira Sacra a Patrimonio Mundial, echaba a transitar con la bienvenida que la directora xeral de Patrimonio, María del Carmen Martínez, daba al embajador de España frente a la Unesco, Miquel Iceta, y otras personalidades, como Isaac Modisto, director común de Bellas Artes del Empleo de Civilización, el conselleiro de Civilización, José López, y una nutrida representación de los territorios que componen la Ribeira Sacra, encabezados por una representación de las diputaciones de Ourense y Lugo.
Martínez Insua expresaba durante la presentación que “la Ribeira Sacra es un paisaje vivo sustentado en la civilización del agua, que marca sus patrones de consolidación y modela la estructura territorial desde el constructo individual y colectivo”, resaltando encima “las más de 900 fuentes de agua, y un conocimiento que contribuye a conmover y transmitir los títulos patrimoniales”.
Durante su intervención, Miquel Iceta resaltaba el valía del área como gran fortaleza. “Hasta que no lo ves, no entiendes falta. Hasta que uno no se enfrenta al un paisaje cultural como éste, no se entiende la forma de ser y de morar que se ha establecido en torno al agua”. Una forma de ser que zapatilla 21 municipios, dos provincias y dos ríos. “El transcurso del agua es lo que da dispositivo al paisaje”, aseguraba el embajador frente a la Unesco, quien todavía recordaba que “es la segunda vez que se intenta” la candidatura de la Ribeira Sacra. “Hemos aprendido de la primera, y vamos a seguir mejorando la forma de explicarla, de transmitir lo que es la Ribeira Sacra”.
Un relato que esperan conduzca al éxito, aunque, “si no lo vives se hace más difícil de entender”, afirmaba Iceta, quien añadía que “debemos explicar lo que es, lo que sigue siendo y lo que queremos que sea en el futuro”, para lo que pedía a continuación “dispositivo institucional pra trabajar juntos por ese futuro”. Igualmente recordó el embajador frente a la Unesco que “tendremos que acontecer una cita de evaluación muy rigurosa, y en 2026, sería el momento. La delegación de España frente a la Unesco va a trabajar para que sea una ingenuidad”, prometía al final de su intervención.
El paisaje cultural
La candidatura se articulará en torno al concepto de “paisaje cultural”, que enmarca no solo el patrimonio monumental, sino todavía tradiciones, usos y costumbres y artes y oficios limitados a un entorno territorial. En torno a aclarar ese entorno discurrieron las primeras ponencias, entre las que se escucharon las voces de Isaac Modisto, director común de Bellas Artes del Empleo de Civilización, y de María Agúnez, directora xeral de xestión de Bens Culturais.
Modisto explicaba que “solo muy recientemente ha empezado a tenerse en cuenta el paisaje cultural en el ámbito de la conservación del patrimonio. Las leyes nacionales no lo contemplan, pero sí algunas autonómicas. (El concepto) tiene tantas facetas que necesita muchos departamentos implicados trabajando conjuntamente”. Por su parte, María Agúnez recordaba que sospechar por la vía del Paisaje Cultural es la vía más difícil, pues “deben ser únicos y excepcionales. La Tira de Patrimonio Mundial es monopolio”, continuaba la directora xeral, “por lo que demostrar el valía del zona es muy complicado. Necesitamos una serie de atributos, y un relato que contar”. Un relato que se irá estableciendo durante estas jornadas, y será el gran argumento de cara a una cita de evaluación de la Unesco prevista para octubre de 2025.