“Es como la Fórmula 1 del skate. Es un peligro. Cuando me caigo, me deslizo mucho tiempo antes de parar”, explica Diego Poncelet.
Diego, afortunadamente, finalmente encontró una vía de escape. Estaba entrenando en Portugal para repetir oro en el próximo mundial de skate. Utiliza una patineta más estrecha de lo normal, más estable y guantes para deslizarse. También viaja sobre ruedas de mayor diámetro.
El año que viene intentará batir el récord de velocidad en patineta, que es de 146 kilómetros por hora.
“Necesito una pendiente con un 20% de inclinación, que es mucho, como un kilómetro más o menos. Y con eso podría llegar a 150 kilómetros por hora”, dice Diego.
“Hay que saber arriesgar, pero con inteligencia”, advierte Diego Poncelet.
Parece que en Canadá se dan todas las condiciones para que Diego siga haciendo historia en el skate.