Hasta el 30 de septiembre habían llegado a Canarias 14.976 personas, un 19,8% más que en el mismo periodo del año anterior.
Nunca había experimentado una situación como esta. Nunca antes había visto ese faro con luz, comenta un hotelero que trabaja en el pequeño paseo del puerto de La Restingaal sur de la isla de El hierro. Estos días, noche tras noche, se enciende para guiar a las personas que vienen en los cayucos, que posteriormente permanecen en la isla hasta su traslado a Tenerife. Los centros médicos están saturados, como es normal, y la gente que vive aquí no puede acudir a ellos. No pueden dejarnos abandonados.
La llegada de cayucos a esta isla canaria -de 11.154 habitantes- no cesa. El martes lo hicieron cuatro, el miércoles cinco, el jueves uno y ayer lograron desembarcar otros seis en una jornada frenética de actividad en el puerto. En sólo 24 horas, más de 600 personas llegaron a España tras pasar varios días navegando con los víveres, el agua y el combustible que habían podido recoger, sin ningún tipo de garantía y con la incertidumbre constante de no saber si llegarían a destino. tierra. . Cuando lo hacen, se presencian escenas de todo tipo: cansancio, alivio y también alegría. Introduce un país unión Europea Es un hecho decisivo que cambiará para siempre la vida de estas personas.
El Hierro, la isla más occidental del archipiélago canario, no tiene capacidad logística para atender tal volumen de llegadas. En el puerto ni siquiera se han instalado sanitarios móviles para que estas personas puedan hacer sus necesidades tras varios días (de media, entre seis y siete) de travesía. Después de ser atendido en el puerto por miembros del Servicio Canario de Emergenciasel Cruz Roja y el Guardia Civilson llevados en autobús a los dos lugares habilitados para su estancia temporal: un deteriorado polideportivo en el municipio de Pinar y un primitivo monasterio al otro lado de la isla, en Bordeel cual actualmente está siendo rehabilitado y acondicionado con la perspectiva de recibir más migrantes en las próximas semanas.
Es aquí donde esperan, custodiados por la Guardia Civil (que no permite que los periodistas interactúen con ellos, pese a la evidente voluntad de algunos de querer hacerlo) hasta que son trasladados a Tenerife, proceso que se ha agilizado en días recientes. y que, por norma general, no se tarda demasiado, ya que la isla no puede permitirse la presencia de tanta gente, máxime teniendo en cuenta que no se espera que este flujo de llegadas cese en las próximas semanas, dada la situación. La política en el Sahel.
En los últimos dos días unas 700 personas han salido de El Hierro rumbo a Tenerife. En cuanto a los menores no acompañados que llegan en las canoas, la policía se está ocupando de ellos. Asociación de quórumquien los ha alojado y cuidado en las residencias de estudiantes de la isla. Omaruno de ellos, procedente de Gambia, y mientras esperaba con una decena de compañeros en el Puerto de la Estaca su traslado a Tenerife, atendió a EL MUNDO por unos instantes: llevo aquí tres semanas. Estuve en el barco cuatro días, dijo en inglés, eso era más que aceptable dadas las circunstancias. Estoy feliz de estar en España. En mi país la situación es mucho peor.
A la ya complicada situación de la atención a personas que viajan en condiciones extremadamente precarias, en el caso de El Hierro se suma la falta de recursos por parte de Salvamento Marítimo, que es la entidad encargada de atender y ayudar a los migrantes durante los últimos kilómetros de su viaje. Fuentes de CGT, Mar y Puerto han informado a este periódico de que miembros de la tripulación que se encuentra en El Hierro operando el Salvamar Adhara han tenido que acudir, pese a las continuas advertencias de la organización a Salvamento, a una ferretería. a renovar sus equipos de protección personal ante la falta de suministro provocada por la cantidad de servicios que están brindando durante estos días.
Estamos desbordados, la afluencia de cayucos nos compromete a todos, desde los vendedores de pan hasta las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, explica Alpidio Armas, presidente del Cabildo de El Hierro. Faltan recursos, el Gobierno debe estar consciente de lo que está pasando y tomar medidas para atender adecuadamente a la gente que viene por cayuco. Precisamente, desde el Cabildo inciden en la falta de previsión sobre algo que no es puntual, sabíamos que iba a pasar. Según datos de Interior, a 30 de septiembre habían llegado a Canarias 14.976 personas, lo que representa un 19,8% más que en el mismo periodo del año anterior.
El mundo actual está configurado de tal manera que lo que ocurre en el África Subsahariana afecta directamente a una isla pequeña, remota, de asombrosa belleza y con apenas 11.000 habitantes como El Hierro. El motivo fundamental de la intensificación de la conocida como ruta de Canarias en los últimos meses, según explica juan carlos lorenzo, de CEAR-Canarias, es la situación de convulsión política y social que atraviesa Senegal. El líder de la oposición, Ousmane Sonko, fue encarcelado por el gobierno ante una probable victoria electoral, eliminando así cualquier posibilidad de que se produzca un cambio político en el país. Este factor, unido a la crisis económica que sufre el país, ha generado un contexto de falta de horizonte de vida y esperanza que a su vez provoca que estas personas, en su mayoría jóvenes de entre 20 y 30 años, tomen la decisión de huir a través de la única y aterradora opción que tienen: el mar.