El paso de la DANA por El Ejido, en el Poniente almeriense, ha dejado cuantiosos daños en vehículos, equipaje urbano, viviendas y asimismo en los cultivos hortofrutícolas. El tamaño del pedrisco, que en algunos casos era casi como un huevo, es fruto de una supercélula, una inmensa tormenta en rotación.
El corregidor de El Ejido, Francisco Góngora, ha claro a los medios de comunicación que las intensas precipitaciones han dejado más de 40 litros por patrón cuadrado en muy poco tiempo. «Ha causado muchisísimos daños y muy cuantiosos en centenares de vehículos, vías públicas, polideportivos, explotaciones agrarias, naves industriales y viviendas», ha dicho.
«Esta mañana estamos haciendo una evaluación de daños, tratando de inaugurar vías que se han quedado impracticables, achicando algunos sótanos porque los daños son muy cuantiosos y a lo desprendido de la mañana iremos evaluando y tratando de restablecer en lo posible la circulación en muchos puntos que está impedida», ha indicado Góngora.
Los representantes de organizaciones agrarias y otras administraciones visitan durante la mañana de este martes los cultivos de invernadero para poder evaluar los daños. Algunas fincas no han resistido el peso del pedrisco, mientras que la mayoría de ellas tiene daños en las cubiertas de plástico a consecuencia del impacto del pedrisco.
Algunos vecinos han manifestado no poseer vivido hasta la momento un aberración de estas características. En esta zona de la provincia se han llegado a producir tormentas de pedrisco, e incluso pequeñas nevadas, pero no se habían trillado granizos tan grandes. «Anoche pasamos mucho miedo, estábamos en la casa y no podía detener de sollozar. Cuando ya pasó bajamos a la finca porque cómo íbamos a descansar sin conocer cómo estaban los pimientos», explica una vecina del morería de Santa María del Agudo de El Ejido.