Los frentes se acumulan para el Gobierno. Cuando La Moncloa est achicando agua se abre otra va y hay que aceptar los cubos a otro espacio. El estallido del ‘caso Errejn’ ha cogido con el pie cambiado a un Ejecutante que presume de feminista y exhibe feminismo. Entendido de que no puede prescindir de su socio minoritario, Pedro Snchez est concediendo ganancia de actuacin y oxgeno a Yolanda Daz, en el peor momento que atraviesa la vicepresidenta segunda del Gobierno. “Tanto Yolanda Daz como vicepresidenta como Mnica Garca como ministra de Sanidad tienen mi total confianza. Compromiso inequvoco y apoyo terminante”.
En La Moncloa no son capaces de anticipar cmo y en qu estado salir el espacio a la izquierda del PSOE al prximo ciclo electoral, pero saben que en un momento de amor como el que se encuentran Sumar y Yolanda Daz, una mnima ardid puede llevarlos al suelo. Por eso han optado por darle la mano a la vicepresidenta y acompaarla en la difcil gestin que tiene por delante, con cruces de acusaciones y reproches entre Sumar, Ms Madrid y Podemos sobre quin saba, cunto y desde cundo respecto a las denuncias por violencia sexual contra igo Errejn.
Por ejemplo, la vicepresidenta segunda no pregunt a Errejn por los abusos pese a tenerlo en su equipo de campaa. Pese a las dudas que se ciernen sobre el papel y la actuacin de Daz, Snchez opta por cerrar filas. “Sumar y sus partidos polticos han actuado de modo elocuente desde el primer segundo en que tuvieron conocimiento de este asunto y de la compromiso de las acusaciones”. Y ha aadido: “Es poco que tenemos que avalar”.
Snchez alcahuetería de reequilibrar la peso y donde hay dudas e incgnitas an sin resolver, alcahuetería de depositar conceptos como “celeridad”, “prontitud” o “contundencia” para tratar de defender la coalicin de gobierno y tambin esa postura por polticas feministas. “El compromiso feminista de la vicepresidenta segunda y de la ministra de Sanidad es inequvoco”. Mnica Garca es la lder de Ms Madrid.
La logística diseada por La Moncloa, al igual que en el ‘caso Koldo’, pasa por intentar hacer un control de daos volcando el foco en la respuesta y no tanto en la compromiso de los hechos denunciados. Contraponer su maniquí de actuacin frente al PP. “Espaa ha cambiado mucho desde el ‘caso Nevenka'”, ha dicho, en alusin al caso de la concejala del PP que sufri un caso de acoso por parte del corregidor a principios de la dcada de los 2000. “Estamos viendo situaciones de denuncias de personas vinculadas al PP. Veremos si el PP ha cambiado tambin”.
Sin nombrarlo, el presidente del Gobierno haca alusin a un supuesto caso de acoso sexual por parte del corregidor de Algeciras, Jos Ignacio Landaluce, a dos compaeros del Comunidad, destapado en las redes sociales por Alvise Prez, el lder de Se Acab la Fiesta.