el origen soriano del RH negativo de Aitor Esteban


Si hay un español cuyos planes se verían arruinados con unas nuevas elecciones ese es Aitor Esteban. Más allá de campañas y politiquería, el 20 de enero el portavoz del PNV en el Congreso será el mayordomo de las fiestas de Cañamaque, el pueblo castellano donde nació su madre. Esteban es miembro de la Cofradía de los Hermanos de San Sebastián y, dicen sus familiares, no hay año que perdone. Pero, además, este enero tiene que organizar el tema del consumo. Es decir, el partido dependerá de los resultados de Pedro Sánchez en la próxima sesión de investidura.

Cañamaque, uno de esos lugares moribundos del páramo soriano, está en vilo por la agenda de su hijo más famoso. Por carretera te preceden castillos defensivos que marcan la frontera que separaba los Reinos de Aragón y Castilla, construcciones de adobe y campos que antiguamente eran trigo y hoy son campos de girasoles. Nada más llegar ves un pequeño cementerio más poblado que el propio pueblo, donde en invierno no viven más de siete personas. Una de las familias que se niega a abandonar sus raíces es la de el bravolos tíos jubilados de Aitor Esteban (Bravo).

Vista de Cañamaque desde el cementerio, a la entrada.

GUILLERMO NAVARRO

Jesús, hermano de su madre, llegó a ser subinspector de la Policía Nacional e incluso fue cabo “en los años malos de ETA, en el País Vasco”, comenta con sobriedad castellana. No tiene ningún problema en hablar de su sobrino sino que, al contrario, le gusta contar historias antiguas y está orgulloso de las raíces que tiene Aitor, con quien comparte cierto parecido físico, tiene a Cañamaque.

El ‘jeltzale’ pasa sus vacaciones en el pueblo desde que nació y, por eso, hace un tiempo decidió comprarse su propia casa y un corral en el municipio. «Para él es sagrado volver cada año. A veces incluso viene solo y se va con el quad a recorrer los pueblos de los alrededores. Lo único es que hablamos lo suficiente de política porque somos opuestos. Yo, por ejemplo, siempre he tenido la bandera de España en la puerta de mi casa. Aitor y yo tenemos nuestros debates y son acalorados porque ambos nos parecemos en geniocualquiera“Pero basta con mandarle a pasear de vez en cuando y ya está”, resume Jesús entre risas. “Lo cierto es que controla mejor su carácter”, admite sobre uno de los mejores ponentes del Congreso. El del PNV lo toma en su salario.

Esteban y Jesús Posada en el Congreso de los Diputados durante los años de Rajoy

JAIME GARCÍA

Una vez el tío de Aitor coincidió con Jesús Posada (que fue presidente del Congreso y diputado por Soria del Partido Popular) y le ‘pidió’ que enderezara a su sobrino. “Ya me dijo Posada… que tenía que enderezarme… ¡Ese eres tú, un derechista perdido!”, recuerda que le dijo durante una de sus visitas.

Un pueblo castellano

Las reclamaciones de los peneuvistas o la amnistía que Sánchez negocia con los independentistas catalanes son cuestiones que en un pequeño pueblo que sufre los estragos de la despoblación no parecen importar demasiado. La llegada de la fibra óptica es, tras un pequeño relevamiento sobre el terreno, la principal preocupación de los habitantes de un pueblo que se enorgullece de formar parte de España. En las calles de Cañamaque es más fácil encontrar banderas nacionales que vecinos. Porque, al fin y al cabo, sigue siendo uno de esos pueblos de Castilla austero, agrícoladonde se vota al alcalde del PP y se va a misa los domingos.

Imagen principal - Abajo, la casa de Aitor Esteban en la calle del hospital de Cañamaque, un pueblo donde en las calles se ven más banderas nacionales que vecinos
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Abajo, la casa de Aitor Esteban en la calle del hospital de Cañamaque, un pueblo donde en las calles se ven más banderas nacionales que vecinos
GUILLERMO NAVARRO

«Aitor es uno más, aquí es como si no fuera un político. “De estos temas sólo habla en el Congreso y con su tío”, explica un matrimonio del pueblo mientras él arregla la puerta de su casa. «No lo crean, ya que se sabe que tiene aquí una casa y una carrera“Sí, hay gente que hace preguntas y muestra curiosidad”, confiesa Raúl, algo desconcertado porque un fotógrafo y un periodista se le acercan por sorpresa al regresar del campo.

Al anochecer -y si hay suerte- puede aparecer un gran tractor John Deere verde en la carretera frente a la plaza del ayuntamiento y entonces resulta difícil no pensar en aquel diálogo entre Esteban y Rajoy, en la investidura de este último en 2016, puro proverbio español:

-Aunque me quieras, Mariano, da menos leña y más grano.

-Si quieres grano, Aitor, te dejo mi tractor.

Su padre y Sabino Arana

La vena Sabino Arana (Aitor es miembro de su fundación) la heredó Esteban de su padre, también nacionalista vasco, quien le enseñó los rudimentos del euskera. «Uno es donde uno nace., de donde vive. Y quería hacer algo por este país. Obviamente, no renuncio a mis antepasados ​​ni a mi familia, pero ellos se sienten de una manera, lógica, y creo que yo me siento de otra manera, lógica también. Vasco y solo vasco”, declaró el bilbaíno en una entrevista en 2019.

Sin embargo, en la otra rama del árbol genealógico tampoco aparece el famoso Rh negativo que, según Arzalluz, confirmaba el arraigo del pueblo vasco: Los Esteban son naturales de Valladolid. y, según los familiares del portavoz del PNV, sus propios padres se conocieron gracias a vínculos comunes castellanos. “La única que estaba era su abuela Mertxe”, apuntan sus familiares. Y ahora, como no, su mujer, Itxaso Atutxa, hija de un dirigente histórico del PNV (Esteban se incorporó a la juventud cuando tenía 16 años) y una de las mujeres con más poder interno dentro del partido.

Esteban en un acto electoral en el País Vasco

PNV

Pero, cuando nadie lo ve, sigue extrañando el pueblo donde vino al mundo su madre, Obdulia -que aún vive-: en el año 2000 dedicó un investigación científica en casa familia llamada ‘El Señorío de Serón’. Una aproximación genealógica (siglos XIV-XIX)’. Resulta que Aitor, que ya ha declarado más de una vez que “le encantan los mapas, los archivos y los papeles”, encontró un documento mediante el cual don Lope Fernández de Padilla pudo haber sido el primer señor de Serón (señorío que se haría (compuesto por Cañamaque, la Villa de Serón de Nágima, Torlengua y Valtueña).

Euskadi, derecho e indios

“Él conoce todas las historias o dice conocerlas…que si por aquí pasaron los Reyes Católicos, que si por aquí pasaron los árabes…”, dice Jesús Bravo, su tío. Terminó capturando todas estas investigaciones en el libro ‘Guía turística de Celtiberia. Un país imaginado’, que publicó en 2021. «Incluso me dijo…’hemos visto una vasija rota en la montaña que era de los celtíberos’…Pero yo le digo…Aitor, vamos, que “Puchero es de los que hacían cisco y carbón y lo partían comiendo sopa”, bromea el familiar de Esteban.

Sin embargo, de lo que más suele alardear el PNV es de su obsesión por la Guerra Civil y los indios americanos. «En mi biblioteca, un tercio de los libros son sobre país Vascootro sobre Bien y otro tercio en las ciudades nativos», se puede leer en su perfil en la web del Partido Nacionalista Vasco. De hecho, fue uno de los impulsores de que España firmara el Convenio de la Organización Internacional del Trabajo sobre pueblos indígenas y tribales.

El bilbaíno, que tiene su residencia habitual en Ceberio (Vizcaya), habla -además de castellano y euskera- inglés, francés, alemán, algo de árabe y murmura algunas palabras en sioux. Ya había vaticinado en 2011 que algún día en el Congreso se podría hablar en euskera, aunque hace unos días anunció que su partido también seguiría utilizando el castellano porque, argumentó, “a la hora de entender nuestra lengua, un hispanohablante es imposible”. Así, en Cañamaque también le entienden cuando dice que el PNV no descarta “en absoluto” nuevas elecciones.

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