Fernando ha pasado su primera noche en las mazmorras. Está detenido como presunto autor de la muerte de su vecina María Belén Sánchez Moreno, quien se defendió antes de ser asesinada con una piedra, con el que recibió varios golpes en la cabeza. Según sus familiares, también tenía dedos rotos y magullados, manos llenas de sangre, antebrazos magullados y un torso lleno de heridas y rasguños.
Fernando es el único detenido por el momento por el crimen, ocurrido el pasado sábado en una carretera de Pelahustán paralela a la carretera de montaña que une esta localidad toledana de unos 400 habitantes con Nombela. Vive en un chalet de la calle Las Viñas con un hermano y su madre, ya anciana y enferma. La casa fue registrada durante horas por la Guardia Civil este lunes dadas las grandes dimensiones del inmueble.
Belén, de 45 años, vivía en un chalet cercano a la ermita y cerca del lugar donde fue encontrada muerta, por lo que la víctima podría haberse dirigido hacia su domicilio cuando fue sorprendida. Ella había salido en una bicicleta de montaña, que apareció el domingo, cerca del mediodía, en el callejón Herrenazo. Estaba a 350 metros de la casa de Fernando. y a 130 metros del restaurante La Boyería, que regentaba Belén con su pareja, María.
El cuerpo sin vida de Belén fue encontrado alrededor de las diez y media de la noche. Horas más tarde, sobre las dos de la madrugada, Fernando entró en el otro establecimiento hotelero de Pelahustán, el bar Amigo, que regenta Toni, prima hermana de Belén. Lo hizo en calzoncillos y cubierto con una especie de manta. Tenía síntomas claros de estar borracho y drogado, según los vecinos, mientras repetía “Era un juego, era una apuesta.». Tomó una bebida alcohólica “de dos tragos” y se fue.
Sin trabajo fijo conocido, el detenido como presunto autor no ha explicado los motivos que le habrían llevado a cometer presuntamente el asesinato de Belén, una vecina muy apreciada por sus compatriotas, que la despedirán este martes.