El titular del Juzgado de Instrucción 1 de Barcelona afirma que “es contrario a toda ética que alguien que cometió hechos idénticos a los de presidentes posteriores pretenda personarse en la causa ejerciendo la acusación particular al amparo del instrumento jurídico del FC Barcelona”. que el Barça “no puede acusar por la competición, es decir, por el delito medial y el delito final, ya que se estaría acusando a sí mismo, ya que al Barcelona se le ha acusado de cometer un delito de cohecho y anteriormente la persona jurídica del Barcelona fue acusada del delito de cohecho”. delito de corrupción deportiva”.
Además, Joaquín Aguirre López asegura que ve indicios de que Joan Laporta actuó de forma “idéntica” en su anterior mandato a Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu y si no es investigado es porque el delito ha prescrito. No se ha iniciado una investigación sobre Laporta, como indica el juez, “por aplicación de las normas de prescripción penal, al menos implícitamente, dado que durante esa primera etapa de la vida de Laporta también se realizaron pagos a los Enríquez ( Negreira) a través de las empresas que utilizaban como intermediarias. Por tanto, la conducta de Laporta en este sentido es idéntica a la de los presidentes posteriores”.
“Es contrario a toda ética que alguien que cometió actos idénticos a los de presidentes posteriores pretenda comparecer en la causa ejerciendo una acusación particular en virtud del instrumento jurídico del FC Barcelona. No es éticamente admisible que Laporta acuse a los presidentes Rosell y Bartomeu de el delito de administración desleal, cuando existen pruebas más que sobradas de que Laporta cometió los mismos actos que los presidentes posteriores”, sostiene el juez del caso Negreira, en referencia al primer mandato de Laporta (2003-2010).