El instructor, Nikita Kudriashov, no lo duda y se lanza tras la mujer para intentar alcanzarla y abrir su paracaídas. Tras varios segundos de pura angustia, el experimentado paracaidista logra estabilizar a la joven y activar su paracaídas, salvándola de una muerte segura.
Nikita Kudriashov necesita dos intentos para abrir el paracaídas de la mujer, que cae sin control a más de 200 km/h. Aunque aún no se ha confirmado el motivo por el cual la niña no pudo activar su paracaídas, hay medios que barajan la posibilidad de que se desmayara o perdiera el conocimiento nada más saltar del avión.
Los hechos ocurrieron el pasado 2 de octubre en la región rusa de Kemerovo y, por suerte, todo acabó en un terrible susto. La rápida reacción del instructor evitó una tragedia.