Claves para finalizar el curso con éxito



Parece que fue ayer, pero ya ha pasado un mes desde que comenzó el curso escolar 2023-2024. Después de las deseadas y merecidas vacaciones, las actividades escolares se reanudan. Así, el regreso a la rutina escolar no siempre es fácil, representa un cambio de ritmo importante, pero también es una nueva oportunidad para establecer rutinas que favorezcan el aprendizaje y el desarrollo personal, cognitivo y emocional.

Es importante comenzar destacando que, por un lado, el éxito escolar no depende sólo del alumno, sino que intervienen otros factores relacionados con el centro educativo, el entorno familiar y social. A modo de resumen, debemos tener en cuenta y analizar varias cuestiones:

1. En relación con el alumno: su motivación, actitud, compromiso y esfuerzo.

2. En relación con el centro educativo: actitud del profesorado, coordinación, metodologías activas, prácticas innovadoras, adaptación a las necesidades del alumnado y coordinación con las familias e instituciones sociales.

3. En relación con la familia: conciliación, relación con los hijos, clima familiar, colaboración con el centro educativo y respeto al profesorado.

4. En relación con la sociedad: recursos de la administración e influencia del grupo de amigos. Para ello es necesario establecer acuerdos y compromisos tal y como recoge la legislación vigente. Vale recordar que debemos cuidar los modales, promover el respeto mutuo, aprovechar los canales de comunicación que nos ofrecen las nuevas tecnologías y fomentar la colaboración familia/escuela.

Y, por otro lado, el éxito no es sólo cuestión de estudiar más, sino que debemos conseguir que:

1. Leer a diario, la lectura es la base del aprendizaje, es importante fomentar la lectura desde los primeros años, pero nunca es tarde para empezar.

2. Tiene una autoestima alta, nunca logra aquello de lo que no se considera capaz.

3. Existe una adecuada comunicación entre las familias y el centro educativo; La culpa cruzada nunca es la solución.

4. La familia se escucha y respeta, debemos hablar de sus emociones, escucharlos y prestar atención a su estado psicológico.

5. Conocer y aplicar correctamente técnicas de estudio ya que son fundamentales para optimizar el tiempo, destacar: lectura en voz alta, subrayado eficiente, diagramas, mapas conceptuales, respuesta de preguntas, fichas de estudio, asociación de imágenes, listas, cuadros comparativos, resúmenes, el método Cornell ( basado en tomar apuntes mientras se estudia), la técnica Pomodoro (alterna periodos de estudio intensivo con periodos de descanso de duración fija), el método Robinson (es una estrategia estructurada en cinco pasos: explorar, preguntar, leer, recitar y repasar), el sistema Leitner (realización de tarjetas en las que la pregunta está en un lado y la explicación en el otro), y el método Loci (creación mental de un espacio con diferentes estancias en las que se almacena la información que se quiere recordar).

10 pautas para el éxito académico

Para que la ilusión y las ganas del principiante se mantengan durante todo el curso es necesario establecer 10 rutinas que favorezcan el éxito académico. Estas rutinas no se pueden imponer, hay que debatirlas y acordarlas en casa.

1. Agenda personal. El estudiante debe contar con una agenda elegida por él donde anota sus tareas diarias y cronograma de actividades. Debemos darle la responsabilidad de sus deberes. Aunque esto pueda parecer obvio, son muchos los padres que asumen como parte de sus tareas diarias organizar/investigar cuáles son las tareas de sus hijos (por lo que no necesitan adquirir esa responsabilidad porque sus padres se la resuelven vía WhatsApp).

2. Calendario mensual o semanal (dependiendo de la edad del menor). A partir de la información de la agenda, podemos hacer un calendario, colocarlo en un rincón de casa y marcar las fechas importantes, así tendrás una visión más global y facilitarás tu propia organización.

3. Con base en las notas de la agenda, haga una lista de tareas por prioridad antes de iniciar la tarea diaria.

4. Lugar fijo de estudio. Debes establecer un lugar de estudio con buena iluminación, ordenado, tranquilo y sin distracciones.

5. Horario de estudio en casa. Establecer un horario diario para el estudio/tarea. Hasta 12 años, máximo una hora y finalizar este tiempo organizando la mochila y revisando la agenda y horario del día siguiente.

6. Actividades extraescolares y deportivas. Es importante seleccionar una actividad que fomente el movimiento y/o la creatividad y promueva la socialización. Dependiendo de las aficiones y gustos del niño, las actividades extraescolares se pueden realizar dos o tres días a la semana.

7. Alimentación saludable. Una dieta equilibrada y variada favorece la concentración y la memoria.

8. Hábitos de sueño. Dormir es fundamental para un buen desarrollo. Esta rutina se basa fundamentalmente en: dormir entre 9 y 12 horas diarias hasta los 12 años y entre 8 y 10 horas hasta los 18, cenar y nada de pantallas dos horas antes de ir a dormir.

9. Tiempo limitado en dispositivos móviles/tabletas/computadoras/TV. Se recomienda: Antes de los 2 años, nada de pantallas. De 2 a 7 años, media hora diaria como máximo y siempre con un adulto. De 7 a 12 años máximo una hora y nunca durante las comidas. De 12 a 15 años máximo una hora y media. Mayores de 16 años, dos horas máximo y los dormitorios siempre sin mamparas.

10. Tiempo libre/descanso/juego. El tiempo libre diario es necesario e incluso aburrirse no es negativo. Muchos de nuestros niños tienen horarios de tareas agotadores e improductivos. La cantidad de actividades no es calidad.

Es evidente que esta autonomía de aprendizaje necesita apoyo y orientación. No creo que la solución sea dejarles solos, pero no podemos asumir sus responsabilidades por dos motivos: 1. Porque el trabajo escolar es suyo y adquirir la capacidad de responsabilizarse de él permite a los alumnos ser autónomos, independientes y seguros de sí mismos. Y, en segundo lugar, y no menos importante, la relación familiar se ve afectada por continuos enfrentamientos. Muchas veces cometemos el error de no considerarles capaces y somos nosotros los que queriendo ayudar les estamos diciendo que no pueden hacerlo.

Pero estas pautas necesitan supervisión y motivación. La ayuda es paulatina y siempre hay que guiar este proceso (comprobar que se han completado las tareas y programar tiempo para dudas) y a lo largo del curso se vuelven cada vez más independientes. Es fundamental elogiar su trabajo y esfuerzo (no sólo cuentan las notas). Cada logro es un triunfo.

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