Ahora, una sentencia ratificada por la Audiencia Provincial impone una sentencia de 9 meses de prisión por un delito de coerción. El imputado vivía con el resto de propietarios en una finca dividida en tres viviendas y una zona ajardinada de unos 120 metros con piscina que era común a los propietarios. Pero la familia condenada construyó un muro y una puerta de acceso que impidió el paso al resto de sus vecinos, convirtiéndolos en privado un área que era común.
La piscina comunitaria se convirtió en piscina exclusiva.
Como señala el diario, la convivencia entre vecinos saltó por los aires cuando los penados crearon un espacio exclusivo para ellos y exclusivo para el resto. Tras una serie de acusaciones, intentos de mediación y denuncias en las que se alertaba a esos vecinos de que el acceso a la piscina debía ser gratuito, se interpuso una demanda. demanda y se fijó una sentencia que ahora ha sido ratificada por la Audiencia Provincial.
En su defensa, madre e hijo siempre han sostenido que con ese muro sólo querían protégete de los ladrones porque habían sido víctimas de un robo. Además, siempre han sostenido que el resto de propietarios podían acceder a la piscina.
La pena de 9 meses de prisión incluye también una indemnización al resto de los vecinos de 24.000€ como pago por todos los meses que no pudieron disfrutar de un baño en la piscina.