Esta nueva tendencia verde se habría hecho visible gracias Stella McCartneyDiseñadora de moda británica e hija de ex beatle paul mccartneyYa cuenta con más de 15 millones de visualizaciones en redes sociales y va ganando popularidad y sumando seguidores día tras día.
“Ensúciate las manos” para salvar el planeta
La filosofía del citado movimiento ecologista se puede resumir en una máxima en la que encajarían perfectamente unas declaraciones del británico a un medio inglés: “Básicamente, en la vida la regla general es que si no tienes que limpiar algo de forma suficientemente justificada, no lo hagas”..
El movimiento ‘No wash’ propone a la gente lava tu ropa, cabello, vehículo, etc. menos o incluso nada. También tiene como otro de sus objetivos abordar y sensibilizar sobre los problemas que pueden generar calentamiento global. Además, buscaría reducir el consumo del agua tanto en el aseo personal como doméstico, así como jabones o detergentes, ya que la mayoría contienen componentes contaminantes que generan efectos muy negativos en el medio ambiente.
Desde la iniciativa aportan el dato de que las lavadoras serían responsables de hasta el 17% del consumo total de agua y, dado que los gastos aumentan por el actual aumento del coste de la vida, defienden que “no lavar” es un buen y sencilla forma de reducir nuestras facturas y ahorrar dinero.
Otra costumbre que ha sido cuestionada desde ‘No laves’ es el necesito lavar la ropa después de un solo uso, un hecho que muchas personas admiten hacer con frecuencia. Y también sostienen principalmente que sería un problema psicológico y cómo nos sentimos cuando no lavamos la ropa inmediatamente antes de ponértela. Explican que en muchos casos no sería necesario ‘tirar la ropa al cesto de la ropa sucia’ después de una jornada habitual en la oficina ya que no se habría sudado ni ensuciado.
En resumen, esta nueva forma de ambientalismo sugiere acciones a pequeña escala que pueden ser efectivas para ahorrar dinero y evitar que miles de contaminantes y microplásticos lleguen al medio ambiente. Por supuesto, nadie cuestiona las buenas intenciones de esta tendencia, pero sí surgen dudas sobre si es la forma más higiénica de proteger los ecosistemas del planeta.
