«Juan José Ballesta me llevó luego a un piso para comprarse heroína»


La historia de la mujer que acusa a Juan José Ballesta (español de 35 años), actor que se dio a conocer en el año 2000 por su papel protagonista en la película ‘El Bola’, de agredirla sexualmente es lo suficientemente aterradora como para que el tribunal haya decidido realizar investigaciones al respecto. El intérprete madrileño ha negado, tanto a través de su abogado como en unas declaraciones a los medios, estas acusaciones. El 7 de noviembre es citado a comparecer ante el tribunal para ser interrogado al respecto.

torrevieja news today ha tenido acceso al contenido íntegro de la denuncia de la presunta víctima, presentada el pasado 16 de agosto en la comisaría de Parla, localidad donde se encuentran los hechos expuestos por la española de 48 años. Lo hizo tras ser ingresada en el área de psiquiatría del hospital Infanta Cristina, “porque sufrió una crisis nerviosa a causa de la violación”. La representa el abogado penalista Juan Manuel Medina.

Su narración a los agentes comienza precisamente afirmando que padece esquizofrenia paranoide, pero detalla que lleva un tiempo siendo tratado “con normalidad” en el citado centro y que se encuentra “estable”. También afirma que los hechos denunciados ocurrieron entre el 18 y el 21 de julio de 2023: su móvil le recuerda que se encontraba en un local de ocio de Parla en esas fechas, porque no sabe fechar lo ocurrido en concreto.

La mujer explica que todo empezó la medianoche del 18 al 19 de julio, en un bar de la calle Torrejón, en Parla. Allí conoció a un hombre conocido como Raúl el ‘Pasty’, conocido porque había sido pastelero. Ella acababa de conocerlo.

Siempre según el contenido de la denuncia, luego continuaron la noche en su departamento (aporta capturas de pantalla de WhatsApp y una foto del hombre, así como su número de teléfono). Una vez allí, explica la violación: «me tiró en el sofá y quedé boca abajo. “Se acostó encima de mí, impidiendo que me moviera y bajándome los pantalones y las bragas”. Él y él la penetraron, mientras le decía: «Te conozco. Soy tu hermano, soy Raúl. Sé que te gusta esto”. Lo hizo mientras él “le tiraba violentamente del cabello”. Ella trató de resistirse: “Como no quería tener relaciones con él, le grité: ‘¡No! ¡Para para!”. La mujer detalla que el ataque “no duró mucho” y que cree que Raúl “no se puso condón”.

Ella se quedó quieta en el sofá. «Raúl tomó mi celular y le impidió poder pedir ayuda o incluso utilizar mi celular con normalidad. “También me quitó las llaves del coche y las joyas que llevaba, como un colgante azul, una piedra en una cadena de plata”, especifica la denuncia policial.

“Date una ducha, eres un asco”

Además, prosigue, le quitó el DNI y un reloj de pulsera, “que utilizó para convencerla de ir tras él y así volver a verla”. Y ella le dijo tras su presunta violación: “Ve a darte una ducha, eres un asco”. «Me tuvo varios días en casa. “Le rogué que me dejara salir, porque tengo un perro y tengo que cuidarlo pero no me hizo caso”, añade la presunta víctima.

En los días siguientes, una joven llamada Cora se presentó en el apartamento: “Quería convencerme de que me dedicara a la prostitución. Estábamos hablando de su ‘profesión’, pero ella no me convenció de ella”. Días después, Raúl me soltó como si nada, me devolvió el celular y las llaves, pero no el reloj, luego regresé a casa y hice vida normal, hasta que me di cuenta que no me había dado mi DNI. Y fue a comisaría a denunciar su secuestro.

«A pesar de la violación – continúa -, me reencontré con Raúl porque me sentía anulada por él. Y me seguía escribiendo para ir a la piscina o de fiesta. Y es entonces cuando aparece Ballesta, a quien dice conocer porque eran vecinos hace años. El actor, Raúl y el denunciante salieron juntos al mismo pub al que se hace referencia al inicio del relato.

Problemas con el cajero del banco

«En un momento, los tres salimos del bar y nos dirigimos a un cajero automático de la calle San Antón. Allí estaba yo a solas con Ballesta, mientras él sacaba dinero. Estuvimos ahí media hora o una larga hora, porque no podíamos conseguir el dinero. La gente incluso se paró a ayudarnos, pero Juan José les dijo que ‘mató los cajeros’. Mientras tanto, Raúl llegó al cajero automático y regresó al bar. Me di cuenta de que ese no era mi banco y fuimos a otro, donde sacamos 200 euros. De allí nos dirigimos a la casa de Raúl. Subió a su departamento y me quedé sola en la acera con Juan José, en la acera. Luego me quitó las bragas y metió sus dedos en mi vagina”, explica.

“No manifesté mi negativa, pero tampoco lo consintí”, detalla ante las preguntas de los agentes. Luego especifica cómo vestían ambos y lo siguiente: “Todos consumíamos drogas, cocaína, no sé si alguna otra sustancia”.

Llegó Raúl y los tres se dirigieron “a una casa cercana para que Juan José comprara heroína”: “Él la compró y la consumió. Yo también la consumí, le di una calada. Después, me fui solo a pasear por Parla, molesto y llorando. Regresé a la casa de Raúl para que me dejara dormir allí y al día siguiente tomé mi auto y me fui a casa. Después de estar tres o cuatro días pensando con tranquilidad en todas las situaciones por las que había pasado y porque debido a mi enfermedad Me cuesta organizar mis pensamientos, una vez que tuve conciencia de lo que había vivido, llamé a urgencias y me llevaron al hospital, donde me hicieron análisis y di positivo a cocaína en sangre. a Psiquiatría durante doce días para estabilizarse.

Allí, desde que tuvo el celular, afirma que tuvo “varias conversaciones con Raúl para recolectar datos”. En una llamada hablaron de la agresión sexual pero Raúl “se enojó y colgó”, por lo que siguieron hablando por WhatsApp. En la denuncia proporciona capturas de pantalla de esas conversaciones.

La versión de Juan José Ballesta

Pide orden de alejamiento a los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) en la comisaría de Parla, porque Raúl sabe dónde vive y teme que tras la denuncia pueda haber represalias contra ella.

La abogada del actor, Beatriz Uriarte, responde a torrevieja news today: «Juan José Ballesta no conoce al denunciante. Ellos no son amigos. No son vecinos. “Respetamos la administración de justicia y confiamos en que podamos tener una resolución favorable. Lo único que pedimos es que también se respete la presunción de inocencia”.

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