El presidente telefonea al líder de ERC y le rehabilita como interlocutor para evitar que la lucha implosione la investidura
Cada paso o decisión tiene consecuencias. Nada es casual y todo está medido. Una de las principales preocupaciones del Gobierno en la negociación que mantiene desde hace un tiempo con ERC y Junts es que la pugna entre ambos partidos implosione la investidura de Pedro Sánchez. Buscan equilibrar la balanza y de ahí surge la conversación telefónica de este miércoles entre el candidato socialista y Oriol Junquerasun paso clave, la normalización de relaciones en la antesala de que Sánchez dé otro paso insólito: sentarse con EHBildu y Junts.
Hasta ahora nunca había surgido una conversación entre Sánchez y Junqueras, más allá del saludo que intercambiaron en el Congreso en 2019 cuando el líder de ERC se acercó al escaño del socialista. Cuatro años sin relación directa, al menos eso se sabe públicamente.
Fuentes gubernamentales explican que es una buena señal que la relación se haya normalizado a ese nivel. Sánchez defendió inicialmente la sentencia del Tribunal Supremo que condenó a Junqueras, entre otros, pero luego impulsó los indultos. Lo ocurrido este miércoles es un paso más, otro más en la secuencia llevada a cabo por el presidente del Gobierno en funciones, que rehabilita al líder de ERC como un interlocutor válido. Eso significa que Sánchez habla con Otegui y Puigdemont? Ni Ferraz ni Moncloa lo confirman ni lo desmienten. Es cierto que Puigdemont no ocupa un cargo orgánico en Junts, mientras que Junqueras sí lo tiene en ERC.
Lo cierto es que los socialistas están trabajando en equilibrio ante el temor que atraviesa la negociación de que el excesivo protagonismo o peso otorgado a Junts irrite a los republicanos, socios estables de gobernanza del PSOE en los últimos años. A ERC le puede molestar que el foco esté en Junts, advertían a este diario fuentes socialistas hace unas semanas. Lo que Sánchez pretende transmitir es que todos están en las mismas condiciones, y que si hay un hito con Junts por ser la primera reunión, también lo hay con ERC, con la primera conversación telefónica que se conoce con Junqueras. Porque el líder del PSOE ya se había sentado con ERC: Gabriel Rufino Fui a La Moncloa allá por septiembre de 2020.
La conversación con Junqueras ha ido bien, informaron fuentes gubernamentales. La cita sirvió para demostrar que el propio Sánchez toma el mando para intentar salvar no sólo su investidura, sino como informó este diario, asegurar un Gobierno duradero que no caiga a la primera oportunidad. De ahí que los Presupuestos estén en la ecuación de negociación. Unas Cuentas Públicas para 2024 garantizan a los socialistas un mínimo de dos años en el poder, si no más. Por eso Sánchez trasladó a Junqueras la necesidad de alcanzar un acuerdo de progreso y estabilidad.
Voto por voto
Sin embargo, la respuesta que Rufin dio públicamente a esa petición, tras reunirse con Sánchez en el Congreso, supone echar un jarro de agua fría a esa afirmación. ERC negocia para la investidura, no para la legislatura. Quien crea que la legislatura puede llegar a un acuerdo con ERC no conoce nuestra forma de trabajar, advirtió el portavoz. El mensaje fue claro en este sentido. Los votos de ERC se sudan, y se sudarán partido a partido, ha dicho, parafraseando Simeón. A nivel político esto significa voto por voto. Semana a semana. Y eso supone también tener capacidad de exprimir y condicionar cada texto que el Gobierno quiera aprobar en el Congreso.
La recuperación del contacto entre los líderes del PSOE y ERC es valorada muy positivamente por los republicanos como normal, buena y saludable. Lo anormal, afirmó Rufin, es lo que sucede antes. Esta formación no teme que también pueda producirse una llamada similar a Puigdemont, antes de que Sánchez se vea este jueves con Miriam Nogueras en el Congreso, aunque es algo que el president puede sortear con la excusa de que no tiene un cargo orgánico en Junts. No lo sé, dijo el portavoz socialista sobre esa hipótesis, Patxi López.
Por ahora, la ronda está siendo más un escenario para la opinión pública que otra cosa -como reconocen las propias partes- porque la negociación se desarrolla a través de otros canales, más discretos, donde se están logrando avances reales. Por eso a Sánchez no le sorprendieron las tres grandes peticiones que le volvió a enviar ERC, ya que están en contacto con el PSOE desde la noche electoral.
En rueda de prensa posterior a la reunión, Rufin volvió a exponer las exigentes pero razonables condiciones que pone su partido para desbloquear la investidura del líder del PSOE. Son tres: amnistía, votación sobre la resolución del conflicto (referéndum) y cuestiones más materiales como abordar el déficit catalán y la mejora de los trenes de Cercanías (Rodales).
Las tres carpetas son igualmente importantes. Quien crea que vamos a cerrar esto con avances en uno se equivoca, subrayó Rufin, dejando claro que lograr la amnistía por sí solo no sería suficiente para ellos, porque es necesario que haya urnas. Por eso, prosiguió, votar es tan importante como coger un tren decente.
Aunque Rufin destacó que ERC ya ha arrancado del Gobierno el compromiso de que la mesa de diálogo entre gobiernos culmine con algún respaldo democrático a lo que allí salga, sí expresó que la propuesta de ERC no es otra que votar la autodeterminación. Así, aventuró que es bastante probable que hablar de referéndum deje de ser una quimera en un futuro próximo.
En cualquier caso, el portavoz republicano afirmó que es hora de discreción. Hablar poco y negociar más, y con ello se excusó de contar mínimos detalles de la amnistía que se prepara.