Un ex alto funcionario de la UE se suma al goteo de bajas en el PSOE por la amnistía


Manuel Sanchis i Marco, ex economista de la Comisión Europea y ex catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Valencia, ha retirado su afiliación al PSOE en Protesta contra la negociación de una amnistía. para Carles Puigdemont y el resto de procesados ​​por el ‘procés’. Un descenso que se suma al goteo de dimisiones de militantes socialistas o expulsiones de dirigentes críticos, desencantados con el acercamiento de la dirección encabezada por Pedro Sánchez con los partidos independentistas catalán y vasco.

La primavera pasada, el ex ministro del Interior, José Luis Corcuera, abandonó su afiliación como militante y recientemente el partido expulsó bruscamente al ex líder del PSE, Nicolás Redondo, por sus críticas al acercamiento a los independentistas y en particular por el hecho de que la eventual investidura del actual presidente en funciones dependa de una prófugo de la Justicia como Puigdemont.

Las mismas críticas que se han expresado otros ex líderes de pesoen particular Felipe González y su exvicepresidente y número dos del PSOE, Alfonso Guerra, en un sonado acto en el Ateneo de Madrid el 20 de septiembre.

Manuel Sanchis i Marco se despide así de la formación con la que ha colaborado durante cuarenta años y ejercido durante veinticinco con una carta dirigida al jefe de su grupo, el de Bruselas, Luis Planas Herrera, hijo del actual ministro de Agricultura del mismo nombre, que fue también uno de los primeros eurodiputados socialistas tras la entrada de España en la UE en 1986. La carta fue enviada al día siguiente del citado acto de González y Guerra.

Ley y democracia

En él, Sanchís reflexiona sobre la amnistía que ya se está negociando con los separatistas: «¿Qué tenemos hoy para hacer borrón y cuenta nueva? ¿Cuál de los gobiernos de los últimos 44 años ha sido ilegítimo? En términos políticos, aceptar una amnistía equivale a admitir que los gobiernos democráticos anteriores tienen parte de la responsabilidad de la crisis que los acusados ​​del procés se infligieron unilateralmente tras violar el ‘estado de derecho’. Esto último no encaja en ninguna constitución democrática del mundo. El Estado de derecho, no el Estado de derecho, viejo principio por el que se rigen los Estados democráticos de derecho sujetos a la supremacía de la ley, se identifica con los derechos humanos y la democracia como valores universales e indivisibles. Sin Estado de derecho no hay democracia, ni libertad, ni derechos humanos de primera y segunda generación. “Los países que respetan el Estado de derecho no conceden amnistías”, concluye el ex alto funcionario socialista en su carta de despido.

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