Abucheos a Sánchez en el primer baño de masas militar de la Princesa Leonor en el 12 de octubre


Como era de esperar, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, fue recibido con pitos y abucheos este jueves a su llegada al desfile del Día de la Fiesta Nacional. De nada han servido las llamadas a la calma del Gobierno y la distancia a la que han colocado a los ciudadanos, con la tribuna presidencial dentro de una ‘burbuja anti-abucheos’ en la Plaza de Neptuno con el público más cercano a una distancia que supera los 200 metros.

Gente No ha ignorado las negociaciones del PSOE con ERC, Junts o Bildu para reeditar el Ejecutivo, ni la ley de amnistía que parece inevitable para conseguir sus votos en el Congreso, y ha inundado el ambiente de pitos al intuir la llegada del president, que no ha sido anunciada por megafonía de la misma manera que los últimos años.

«Que el Txapote te vote» Ha sido uno de los himnos coreados por el público contra el jefe del Ejecutivo, que también ha sido despedido con un fuerte silbato una vez finalizados los hechos.

La delegación que se ha adelantado a su llegada ha sido la de los Reyes, aclamados por la ciudadanía, y la princesa Leonor, que este jueves se dio su primer gran baño militar de masas, vestida con el uniforme de gala del Ejército y boina grancé. La Heredera del Trono también ha acompañado por primera vez a su padre, aunque siempre un paso detrás de ella, en el acto más emotivo del día, el momento de la depositación de una corona de laurel en homenaje a quienes murieron por España.

A lo largo del desfile han sido habituales las confidencias entre la Princesa y don Felipe, ataviado con el uniforme de Capitán General del Ejército del Aire. El Rey sigue llevando una férula en su mano izquierda que comenzó a ponerse el pasado lunes como medida preventiva ante las molestias en su muñeca a causa de una caída mientras jugaba un partido de pádel con amigos. Las dolencias han continuado esta semana y tras una radiografía se vio que tiene una pequeña fisura en el hueso escafoides.

Miles de ciudadanos han inundado el kilómetro y medio del recorrido desde primera hora de la mañana acompañados de banderas españolas para conseguir el mejor lugar desde el que contemplar el desfile de las Fuerzas Armadas. En total, 4.177 militares, 86 aviones, 142 vehículos y 210 caballos participaron en la jornada al calor de la ciudadanía.

Los hechos comenzaron con la incorporación del Batallón de Honores de la Guardia Real a la Plaza de Neptuno y la llegada del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante general Teodoro López Calderón. Luego llegó la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el resto de las autoridades.

La llegada del vehículo de los Reyes ha sido recibida con entusiasmo por la ciudadanía, con vítores y aplausos para Don Felipe y Doña Letizia. El Rey pasó revista al Batallón de Honores y, junto a la Reina, saludó a las autoridades. Al desfile acudió todo el Gobierno en funciones excepto la ministra de Igualdad, Irene Montero, en viaje oficial a Chile. La ministra de Asuntos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, ha lucido un pañuelo bordado por mujeres palestinas, según informan los morados.

A continuación tuvo lugar uno de los momentos más espectaculares de la jornada con el salto en paracaídas portando la bandera de España. La protagonista ha sido la cabo Carmen Gómez Hurtado, la primera mujer en realizar esta hazaña el pasado 12 de octubre, aunque ella misma ya tuvo la oportunidad de hacerlo el pasado mes de junio en Granada en el desfile por el Día de las Fuerzas Armadas.

El salto también resultó especialmente difícil este año por el lugar elegido para el aterrizaje, en medio de una zona con gran densidad de árboles que dificultaba la visibilidad y limpieza del salto. Todo esto manejado magistralmente por la cabo, una de las pocas mujeres boinas verdes en el escuadrón de Zapadores Paracaidistas de la Fuerza Aérea.

El desfile aéreo comenzó con una exhibición de los aviones de combate Eurofighter y F-18 del Ejército del Aire y luego de los Harriers de la Armada, único avión capaz de despegar y aterrizar verticalmente para ser embarcado en el buque insignia de las Fuerzas Armadas. Español, el portaaviones Juan Carlos I.

Los ciudadanos también han podido ver sobrevolar el cielo madrileño aviones de entrenamiento y una técnica de repostaje en vuelo desde un A400M hasta dos cazas. También han desfilado aviones de transporte, evacuación, vigilancia y salvamento marítimo y extinción de incendios. En el giro del helicóptero han participado Superpuma, NH90 y la Patrulla Aspa, entre otros.

El desfile motorizado se abrió con una sección de motociclistas de la Guardia Real, a la que siguieron veteranos de las Fuerzas Armadas, reservistas voluntarios y personal discapacitado. La unidad motorizada del Ejército ha mostrado un amplio despliegue de sus capacidades, con vehículos VAMTAC, NETON e incluso un carro de combate Leopard similar a los enviados a Ucrania. También han recorrido el centro de Madrid vehículos de la Armada, el Ejército del Aire, la UME, la Guardia Civil, la Policía Nacional, Vigilancia Aduanera y Protección Civil.

Seis grupos han desfilado en el desfile a pie. Entre ellos, los que suelen llevarse la mayor parte de los aplausos, la Legión y los Regulares con su paso específico. La Legión a 160 pasos por minuto (frente a los 124 normales) y los Regulares a 90 pasos por minuto. Y no ha faltado la mascota, en este caso una cabra llamada Pacoli.

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