Si se interrumpen las ayudas a Gaza, las consecuencias humanitarias serán dramáticas


En la madrugada del sábado 7 de octubre todas las rutinas de los trabajadores de la fábrica volaron por los aires. OOPS, la Agencia de las Naciones Unidas de Apoyo a los Refugiados Palestinos. Sus escuelas tuvieron que cerrar sus puertas, se interrumpió la distribución de alimentos y los primeros problemas de suministro comenzaron en las clínicas médicas. El ataque masivo de la organización terrorista Hamas contra territorio israelí ha dinamitado el trabajo de esta organización que asegura una población castigada por el aislamiento y la escasez. Cuatro de cada cinco personas que viven en la Franja de Gaza viven por debajo del umbral de pobreza.

Desde una de sus sedes en Bruselas, la directora de UNRWA Europa, la española Marta Lorenzo, empezó a diseñar un plan de emergencia para superar una de las mayores crisis que recuerda. “Desde el día de los atentados hemos tenido que cambiar prácticamente todo, estábamos a punto de distribuir ayuda alimentaria a medio millón de personas que han tenido que parar y nosotros hemos tenido que interrumpir nuestro programa educativo: 280.000 niños ya no van a la escuela“.

Una de las primeras decisiones que tomaron fue convertir el escuelas en refugios, para poder acoger a todos aquellos que se han quedado sin hogar. Pero la capacidad es muy limitada. “Estamos muy preocupados porque estamos llegando a un nivel de 90% de ocupación y a medida que llegue más gente no sabemos si podremos acomodarlos. El principal problema es conseguir agua, colchones, mantas, productos de higiene… Es todo muy difícil, la situación de seguridad no os permite prestar vuestros servicios como lo hacíais antes”, nos cuenta Lorenzo.

Trabajar bajo las bombas

Los planes de contingencia de la UNRWA chocan cada día con la realidad de la bombas. Una docena de trabajadores de la Agencia ya han muerto en los ataques de respuesta llevados a cabo por el ejército israelí. Les resulta realmente difícil continuar con las tareas básicas.

“En esta situación de seguridad es absolutamente imposible distribuir ayuda humanitaria porque nuestra movilidad es muy reducida, nuestras oficinas están dañadas, no podemos garantizar atención médica continuó porque no tenemos los medios, por eso hacemos una llamamiento de emergencia a todos los donantes.

Mensaje a los políticos europeos

En los últimos días han surgido dudas en el seno de la Unión Europea sobre si deberían revisarse o incluso recortar la ayuda a Palestina. Algunos gobiernos querían comprobar que ni un euro llegaba a manos de los terroristas de Hamás. Pero estas dudas han puesto en peligro la ayuda humanitaria, algo esencial para la UNRWA, porque la UE es el principal proveedor internacional de fondos.

El mensaje de la Agencia a los políticos europeos es claro: “Es absolutamente imprescindible que se siga enviando ayuda y que se destine a la acción humanitaria. Si interrumpimos este tipo de programas podría haber dimensiones humanitarias catastróficasMarta Lorenzo insiste: “Hacemos un llamamiento de urgencia para que el flujo de ayuda continúe en estos momentos difíciles”.

A la espera de los próximos pasos del Ejército israelí, el escenario que se perfilará en las próximas semanas es preocupante. “Lo que nos espera podría ser dramático, porque Gaza es un lugar muy pequeño donde nada es seguro. Ni siquiera nuestras instalaciones: ya han resultado dañadas y varios de nuestros compañeros han muerto.” Pero la UNRWA no tira la toalla y no tienen dudas de que seguirán haciendo su trabajo, a pesar del estallido de la epidemia. La peor crisis política y militar. de las últimas décadas en Oriente Medio.

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