Restaurante Ameiral de Toén, anguilas y una parrilla bien temperada



Un clásico de la margen izquierda del Miño que conocí hace muchos años, más de una década y que ya entonces era famoso por sus gulas fritas, uno de sus platos más populares que preparaban, y siguen haciendo, con mimo. Parece sencillo pero tratar las anguilas y freírlas adecuadamente tiene su sustancia.

Pero Fui no a comer las gulas, que ya las conocía, sino a saber cómo iban las cosas tras el relevo generacional y el importante cambio estético que se ha producido en el lugar.. En este último, la terraza, antaño cubierta de la intemperie por un toldo, se ha convertido en un espléndido porche con suelo porcelánico imitando madera y un deck de madera que hace que esta orilla tan soleada al mediodía ofrezca un rincón agradable y fresco para comer. .

En cuanto a la gastronomía, además del menú del día, muy solicitado por los comensales que me daban la impresión de ser asiduos, tiene una carta clásica. de la cocina tradicional y las carnes (y bacalao) propias de un restaurante asador. Y en este último aspecto cabe destacar que no sólo utilizan materias primas de calidad sino que también saben trabajar con ellas, encontrando el punto de cada una de las carnes, ya que no todas son iguales. Y eso se puede ver en un simple bistec mixto donde la carne de cerdo queda jugosa y la ternera tierna. Y todo ello con precios muy razonables.

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