Los militares españoles que volaron a Israel tuvieron que refugiarse en búnkeres


El Evacuación de ciudadanos españoles de Israel. Parecía una tarea sencilla. El conflicto había estallado unos días antes, pero la situación estaba lejos de parecerse a la que las Fuerzas Armadas habían tenido que afrontar en los últimos años en países como Afganistán, Sudán o Níger, donde la inseguridad y el riesgo eran muy altos. De hecho, el Gobierno español limitó el objetivo de la misión a sacar del país a turistas o empresarios que se habían quedado atrapados allí tras la cancelación de vuelos de las compañías regulares, pero no a los españoles que residen de forma permanente.

Sin embargo, pronto se dieron cuenta de la necesidad de elevar el nivel de alerta para evitar cualquier incidente y completar con éxito la operación. el primer avion A330 del Ejército Aéreo y Espacial Salió de España a primera hora de la tarde del martes para llegar más de cuatro horas después al Aeropuerto Tel Aviv Ben Gurión. Antes de aterrizar, la tripulación ya pudo comprobar desde el aire cómo se producían explosiones en la zona y se vieron obligados a extremar las medidas de precaución hasta completar horas después su regreso a España.

El segundo vuelo, que aterrizó en Israel el miércoles por la mañana, experimentó el riesgo más cerca y las alarmas empezaron a sonar cuando ya estaban en tierra. Los atentados sorprendieron a una parte de militares españoles fuera del avión realizando los trámites necesarios para la evacuación, mientras el resto del personal se encontraba en el interior de la aeronave.

Ambos grupos tuvieron que correr a refugiarse en búnkeres cuando empezaron a sonar las alarmas. Finalmente, el vuelo salió con cinco horas de retraso y los 211 adultos y nueve niños que viajaban en él llegaron a la base aérea de Torrejón de Ardoz sobre las diez de la noche. En total, 429 personas pudieron abandonar Israel en los dos aviones militares.: 334 españoles, 22 ciudadanos europeos, 41 iberoamericanos y 32 de terceros países.

Alerta en el Líbano

También han pasado muchas horas en búnkeres durante los últimos días. 650 militares del contingente español desplegados en el Líbanoen la frontera con Israel y en la primera línea del intercambio de Tiroteo entre milicias de Hezbollah y fuerzas israelíes.

Encargado de monitorear los llamados línea azul, la línea que separa ambos países, los miembros de las Fuerzas Armadas españolas intentan mantener sus patrullas habituales cuando la seguridad lo permite, con especial atención a las zonas desde las que saben que tradicionalmente operan miembros de Hezbolá. Al mismo tiempo, el El general Aroldo Lázaro, al frente de esta misión de Naciones Unidasintenta hacer una labor de mediación entre ambos países.

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