Alfredo FC, a quien la Policía Nacional buscaba desde la madrugada del jueves por el crimen del portero de Alcalá, ha sido encontrado muerto en otra zona del distrito de Ciudad Lineal, cerca del tanatorio de la M-30. Según las primeras investigaciones, el hombre de unos 60 años se había suicidado. Los investigadores del Grupo V de Homicidios habían reforzado su control sobre él, llegando incluso a buscarlo en otra vivienda de la calle Palazuelos, en el barrio del Congosto (Villa de Vallecas), pero tampoco estaba allí.
El propietario de la primera C vivía solo desde la muerte de sus padres, joyeros de profesión, y cuya herencia había dilapidado hasta el punto de no pagar las facturas de la luz ni de la comunidad durante meses. Su precaria situación era tan notoria que la cámara instalada en la casa de un vecino lo grabó hace diez años. Aquí la secuencia: Alfredo toca la puerta diez días antes de evaporarse para pedir comida o “algo de dinero”. Su precaria situación económica es tal que incluso pide a gritos una botella de leche para acompañar lo que parecen unas magdalenas, que también le ha regalado la mujer. La secuencia, de más de cuatro minutos de duración, muestra a la principal sospechosa hablando en tono relajado con su interlocutor y esperando tranquilamente en el interior de la casa mientras ella se dirige a la cocina a buscar comida.
Alfredo, un español de unos 60 años, 1,80 de altura y más de 100 kilos, calvo y con una barba blanca bastante espesa, seguía desaparecido después de que se escapara corriendo el martes por la tarde con un gran bolso negro. dimensiones. Once minutos antes, Esteban, conserje de la finca, había subido a su casa tras ser citado desde arriba por un hombre de complexión corpulenta (al que las cámaras del portal graban de torso para abajo). Casi 33 horas después, los bomberos encontrarían su cuerpo con una puñalada en la nuca.
Desde entonces, investigadores del Grupo de Homicidios V trabajan para localizar a un individuo que provocó sentimiento de rechazo entre sus vecinos. “No es que fuera conflictivo, pero su aspecto no transmitía buenos sentimientos”, afirman las personas que se cruzaban con él a diario. Alfredo siempre se desplazaba en motocicleta, vehículo que podría haber utilizado para escapar.