El pasado 19 de septiembre, los vecinos de la urbanización ‘Les Sureres’ de Mataró (Maresme) asistieron impertérritos al rescate de un hombre secuestrado en una casa ocupada por una banda criminal. El cautivo pasó varios días en la calle Fluvià y pudo escapar para contar lo sucedido, lo que fue una prueba tangible de que mafias organizadas establecen sus residencias operativas en casas desocupadas de urbanizaciones.
Como resultado de la investigación, la policía, con la ayuda de los vecinos, ha podido comprobar que Les Sureres, una urbanización alejada del centro urbano de Mataró, se ha convertido en un centro al que bandas organizadas llegan y asaltan viviendas, muchas veces pertenecientes a bancos. y entidades financieras e intentar pasar desapercibidos. Un intento, que a ojos de los vecinos no se produce ya que “no es normal que en una casa ocupada entren y salgan coches de alta gama y personas que no hablan español”.
Conflicto entre clanes rivales
Según fuentes de la investigación, el secuestrado formaba parte de un clan rival de quienes lo secuestraron para cobrar una deuda relacionada con el narcotráfico. Se especula que podrían ser las mafias albanesa y rumana. La impunidad que les permite circular por las urbanizaciones y la laxitud de la legislación para ocupar torres y casas hacen de Mataró un lugar ideal para su centro de operaciones.
Los vecinos de ‘Les Sureres’ se han organizado tras estos hechos para exigir más vigilancia y seguridad. Señalan viviendas que han sido ocupadas de manera coordinada por grupos criminales y fincas, bodegas y negocios industriales destinados al cultivo de marihuana, así como almacenes de distribución de drogas. “Mataró es un punto importante del narcotráfico a escala europea”, afirman los vecinos de Les Sureres.
La urbanización de Les Sureres en Mataró
Las mismas mafias, cuando dejan de utilizar la casa que han ocupado, intentan comerciar y vender las llaves a otros grupos criminales para que se instalen en la casa ocupada. “Les venden las llaves” señalan. La situación en las urbanizaciones es de máxima tensión, tal y como explican los vecinos con ejemplos como el de un vecino que “un grupo extranjero con pasamontañas y armas atacó su domicilio”. Se habían equivocado de casa y buscaban otra que tuviera un cultivo de marihuana.
La situación en las urbanizaciones y en concreto en ‘Les Sureres’ es insostenible. “No podemos dejar nuestros coches en la calle porque corremos el riesgo de que nos los roben”. A menudo son visitadas por pequeños ladrones, relacionados con mafias, que no dudan en robar de sus casas lo que pueden, como tuberías de cobre para la calefacción. Pero otro dato que les preocupa “es que hay gente armada apostada en los accesos” a la urbanización.
Los vecinos de Les Sureres han optado por contratar seguridad privada
Aunque los vecinos de Les Sureres afirman mostrar su pleno apoyo a la labor policial, entienden que la situación les supera. Prueba de ello es la ocupación de la casa donde fue secuestrado el individuo a finales de junio, que pocos días después fue ocupada nuevamente y, pese a sonar la alarma, la policía acudió a certificar “que se trataba de una ocupación consumada”. que no permitió el desalojo inmediato.
Otra modalidad delictiva que se suele encontrar en las urbanizaciones de Mataró, tras una ocupación masiva de viviendas, es el chantaje al que son sometidos los propietarios. “Una vecina que tiene la torre como segunda residencia para los fines de semana, si no quería tener problemas se vio obligada a pagar 3.000 para desalojarla” detallan las mismas fuentes, una extorsión en toda regla.
Vivienda donde se produjo el secuestro en la urbanización Les Sureres
Por todo esto, los vecinos de Les Sureres han decidido movilizarse y actuar presionando públicamente a la clase política, a las fuerzas policiales y al poder judicial para instarles a imponer medidas para “actuar con fuerza y rapidez” en las ocupaciones. y al mismo tiempo que instruyen actuaciones para “erradicar las mafias que tienen base en Mataró”.
Mataró, pese a los intentos de penalizar las ocupaciones ilegales, sigue siendo uno de los paraísos para los especialistas en allanamientos de viviendas. Según datos policiales, la capital del Maresme tiene 760 viviendas ocupadas por cada 100.000 habitantes, un 69% más que la media de Cataluña.
3.000 euros por apartamento
Uno de los grupos mafiosos que se dedica a saquear viviendas en Mataró está liderado por un español perteneciente a un clan establecido en la ciudad, con experiencia en el mercado inmobiliario. La banda está compuesta mayoritariamente por marroquíes que, en cuanto encuentran un apartamento vacío, lo abren, cambian la cerradura y lo ponen a la venta en el mercado negro de la ocupación. A menudo, el precio fijo oscila entre 1.500 y 3.000 euros, con el que se paga la comisión de los jóvenes “señaladores” del barrio que buscan viviendas vacías tocando el timbre para preguntar si hay pisos en alquiler. Además, con el pago garantizas la seguridad de otros ocupantes e incluso ayudas a realizar la mudanza.