Lo comprobamos directamente en Churrería La Quinta, en Santiago de Compostela. Aquí tomarse una docena de churros hoy nos cuesta 4,30 euros. Esto es un 43% más que el año pasado. Borja, uno de los empleados, nos cuenta: “Hace un año acompañaba a mi abuela en su churrería itinerante a diferentes pueblos y ferias y vendíamos una docena por 3 euros. Ahora cuesta 1,30 más”. Y explica: “Tenemos las manos atadas, Tenemos que subir el precio porque pagamos más por todo.por las materias primas, la luz, los alquileres… todo ha subido”.
Mientras remueve los churros que se fríen en el (abundante) aceite, Katrina asegura que “hacer churros es muy caro hoy en día porque los ingredientes que utilizamos son mucho más caros”. Aun así, señala que “es mucho más económico tomar unos churros aquí que prepararlos en casa”.
Los clientes siguen consumiendo.
Una subida de precio que no pasa desapercibida, sin embargo, los clientes no dejan de entrar en esta churrería. Dicen que “entienden que los churros hayan subido de precio a consecuencia de la inflación”, pero les encantan. Otros señalan que “el aumento de precios no es tan grande considerando la calidad y sabor de estos churrosY lo corroboramos: a pesar de su incremento de precio, sigue siendo una forma asequible de darnos un capricho.
En lo que va de año, el diésel se ha encarecido más de un 12% (12,7%) y la gasolina casi un 25% (24,9%). Esto hace que todo suba. Los precios de los alimentos han aumentado durante 18 meses. Según los últimos datos publicados por el INE, el pasado mes de septiembre los precios de los alimentos registraron un incremento del 10,5%. En lo que va de año, el aceite de oliva y el azúcar lideran los mayores incrementos interanuales entre los alimentos: el azúcar ha subido casi un 43% (42,8%) y el aceite de oliva un 67%. Son dos de los ingredientes necesarios para elaborar churros, junto con la harina, que sólo ha aumentado un 0,1%, y la sal.