Varios representantes de asociaciones. hispanistas reunidos en el primer congreso internacional celebrado hace unos días en Santa Pola (Alicante) han coincidido en señalar que esta cultura tiene «enemigos adentro de España» y también algunos de fuera, con alusión expresa al expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont.
Si bien la filosofía general de este encuentro ha sido clara como aunar los esfuerzos de estas entidades -el primer protocolo está firmado por casi una treintena de organizaciones- para la divulgación en positivo y ajenos a la política o al partidismo, en algunos debates ha surgido, como era previsible, la intromisión del nacionalismo periférico.
Uno de los participantes que más ha incidido en estos peligros para promover el conocimiento del hispanismo, Iván Vélezdirector de la Fundación Denaesha advertido que actualmente estamos viviendo “una encrucijada histórica con fuerzas solventes, algunos que están fuera de España y otros dentro, en muchos casos interconectados, sólo hay que pensar en dónde está el ‘golpista’ Puigdemont.
Ante esta presión, a su juicio “hay que cargarnos de elementos históricos, España no es algo que nació en 1978 o 1812”, como parecen dar a entender sus negacionistas. Por ello, abogó por unir fuerzas y negarlo. “Tenemos una enlace común de todos nosotros, lo que nos une, que es el lengua española», subrayó Vélez, para quien «el español es borrado del mundo oficial en muchas áreas y regiones” actualmente.
En este aspecto lo ha corroborado otra asociación, Hablamos Español, presente en este foro y con su presidente, lago gloriacomo moderador del debate.
“El amenaza que se vislumbra”, según el representante de la Fundación Denaes, proviene de algunas comunidades: “En España hay una serie de indigenismos -así los llamo desde hace mucho tiempo- que han surgido al calor de teorías etnolingüísticas “que chocan con los cimientos de la estructura política”.
En este contexto, ha situado también las noticias más recientes, con “una ley de amnistía que parece que se está cocinando y algunos indultos”, otro frente contra el que luchar, en su opinión. “Es la amenaza de la que modestamente pretendemos defendernos, en un momento crítico, en una crisis de la que debemos escapar de alguna manera, en defensa de lo común”, añadió.
“Secesión y golpistas”, no “independencia o separatismo”
Vélez también ha instado a los presentes a no caer en lo que considera trampas del lenguaje, por lo que defendió hablar de «secesión” y de “golpistas“, no de “independencia o separatismo”, términos que forman parte -según su análisis- de “una operación muy bien gestionada, como la borrado del topónimos», que hablamos español lleva tiempo denunciando.
“Sí tienen una hoja de ruta para la implantación de ‘naciones soberanas'”, advirtió el director de una entidad que incluso tuvo que cambiar su nombre original, Fundación para la Defensa de la Nación Española, ya que según la Administración ese nombre era exclusivo de el Ministerio de Defensa, que les obligó a registrarse como Denaes, una especie de acrónimo.
“No queremos que ese concepto de nación y de España aparezca en el imaginario”, afirmó el moderador del debate.
Por su parte, Vélez recordó cómo se define esta entidad: «Fundación para la Defensa de la Nación Española ante una serie de proyectos cuyo objetivo, también programático, público y reiterado, es la destrucción de esta nación llamada España».