Abascal se vale de sus Gobiernos autonómicos para negar cualquier crisis en Vox


Irónicamente, las mismas comunidades autónomas que Vox quería suprimir hace años son ahora el principal elemento vital de su líder, Santiago Abascal. Tras las elecciones autonómicas del 28 de mayo, la derecha tiene ahora presencia en cinco gobiernos de coalición con el PP: Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Aragón y Región de Murcia. Este lunes, Abascal se reunió en Bambú, en la sede nacional del partido, con todos los vicepresidentes y consejeros regionales de sus filas, en un encuentro que ha servido para intentar ahuyentar los fantasmas de la crisis tras su revés en el Congreso.

El presidente de Vox ha evitado comparecer ante los periodistas y ningún portavoz del partido ha ofrecido esta mañana una rueda de prensa, como ocurre casi todos los lunes, tras las reuniones del Comité de Acción Política. El entrenamiento sí permitió retransmitir en directo una intervención abierta de Abascal que duró aproximadamente diez minutos. En él, el líder conservador ha llamado a la gente a levantarse contra aquellos que “crean la atmósfera” de que el partido “está cayendo en picado”. Una falsedad, para él, equivalente a la que hace cuatro años decía que el proyecto de Vox no era “posible”.

“La reflexión que quería compartir con vosotros es que estamos aquí contra todo pronóstico, contra todos los subvencionados, contra aquellos que crearon hace cuatro años la atmósfera de que Vox no era posible y hoy crean la atmósfera de que Vox está cayendo en picado”, ha dicho. . dijo Abascal, ante los vicepresidentes y asesores que tiene Vox en los gobiernos regionales: desde Juan García-Gallardo, vicepresidente de Castilla y León y primer miembro de Vox con escaño en una Ejecutiva regional, hasta Ignacio Higuero de Juan, que sustituyó hace dos semanas al dimitido Camino Limia como consejero de Ordenación Forestal y Mundo Rural en Extremadura.

Abascal ha reivindicado cómo en 2018 se habían marcado el objetivo de presentarse a las elecciones europeas de 2019, conseguir al menos un eurodiputado y, a partir de ahí, empezar a crecer. Sin embargo, el partido sorprendió en Andalucía con la aparición de doce diputados autonómicos y posteriormente, en abril de 2019, consiguió veinticuatro escaños en el Congreso de los Diputados. En la repetición electoral de noviembre de ese año alcanzó los 52 diputados, convirtiéndose en la tercera fuerza nacional. Hoy, pese a que el 23 de junio cayó a 33 representantes en la Cámara Baja, conserva a más de tres millones de electores y ese tercer lugar honorífico.

En agosto, la renuncia de Iván Espinosa de los Monteros, portavoz en el Congreso durante toda la última legislatura y uno de los rostros más reconocibles del partido, generó una convulsión interna sin precedentes. Por primera vez surgieron públicamente voces críticas que cuestionaron el giro del partido hacia posiciones más conservadoras, encarnado por el vicepresidente Jorge Buxadé.

Hace dos semanas, el Tribunal de Cuentas emitió un informe en el que advertía a Vox de una posible multa por ingresos injustificados superiores a 330.000 euros. A ello se sumó la expulsión del partido del Gobierno local de Gijón, la dimisión de Limia como concejala y una reestructuración en la que Marta Castro dejó de ser subsecretaria jurídica para compartir la parcela, ahora denominada Coordinación Jurídica, con el vicepresidente Buxadé. Además, trascendió en paralelo que el diputado Juanjo Aizcorbe dejará de ser el director de la formación, aunque fuentes internas le desvinculan completamente de las cuentas y garantizan que comunicó su intención de asumir menos responsabilidades ya en mayo.

En cualquier caso, Vox niega cualquier crisis y atribuye el ruido a una “atmósfera” interesadamente creada por los medios de comunicación. Respecto a su socio, el PP, Abascal ha recordado que quería seguir gobernando en solitario, a lo que estaba acostumbrado hasta sus experiencias de coalición con Ciudadanos, pero ha afirmado que con Vox en los Gobiernos a los españoles les va mejor. Como ejemplos, ha señalado políticas de reducción de impuestos ya aplicadas en los Ejecutivos del PP y Vox, medidas “a favor de la libertad” en materia lingüística en Baleares -donde los populares dependen exteriormente de Vox- y en la Comunidad Valenciana, iniciativas “proteger” a los hombres y mujeres del campo “contra la Agenda 2030”, así como la lucha contra las “leyes ideológicas” como las de la memoria histórica y el “adoctrinamiento” en las escuelas.

Más allá de eso, Abascal quiso pedir explícitamente a sus vicepresidentes y consejeros regionales que ejerzan “vigilancia” ante “la amenaza de golpe de Estado” de Pedro Sánchez. Al igual que el PP, Vox entiende que los gobiernos autonómicos de la derecha pueden actuar como contrapeso a un posible Ejecutivo de PSOE y Sumar condicionado por los independentistas catalanes y vascos. Con el conflicto palestino-israelí omnipresente, el presidente de Vox también ha aprovechado para atacar las contradicciones en el Consejo de Ministros, una parte del cual, ha llegado a decir, siente “admiración por el terrorismo de Hamás”. “

Abascal se refería a la presencia este domingo de miembros de Sumar y Podemos, incluida la ministra de Derechos Sociales en funciones, Ione Belarra, en la manifestación propalestina en Madrid, en la que se escucharon gritos como “Israel, Estado terrorista”.

(EN EXPANSIÓN)

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *