La Confederación Valenciana de APAs_AMPAs (Covapa) se ha posicionado en contra del lenguaje inclusivo con «yo respeto” en peticiones década familia concreta, aunque considera que esa repetición de palabras en plural femenino es innecesaria. “Lo que no podemos hacer es márcanos por ideologías políticas», declaró su presidente, Sonia Terrero.
Las connotaciones que conlleva este doble descenso de género -que ha generado polémica en un centro educativo de Valladolid con reacciones en Alicante- proceden a juicio de la representante de la AMPA desde un ámbito ajeno a los intereses de los alumnos y sus padres. «El lenguaje inclusivo ha sido uno más de los que partidos politicos que han incluido en Educación”, afirmó.
Respecto a cómo perciben este posible dilema en los hogares, con base en la experiencia de la confederación Covapa, “hay padres que incluso quieren ese lenguaje y otros no, algunos exigen que les hablemos con esa inclusión y así los tratan”. y la gran mayoría opta por toda la vidacomo siempre hemos hablado, y no se involucran en el conflicto de la inclusión.
Por tanto, dejan libertad a todos, aunque tienen claros los fundamentos marcados por las autoridades lingüísticas. «Nuestra posición es que los niños tienen que aprender, siempre se ha hablado de eso grupogeneralizado Y al final lo importante, la educación, es hablar en términos generales y no en un lenguaje que realmente no existe, la inclusión.
Los criterios de la Real Academia de la Lengua Española
En este último aspecto coinciden con los argumentos esgrimidos por la asociación de familias y docentes Idiomas y Educaciónquien se solidarizó con un profesor de un instituto de Valladolid que fue cuestionado por borrar palabras en plural femenino en los libros de texto de sus alumnos, lo que generó polémica.
«Seguimos usando el lenguaje que usábamos todos, que es el real del real Academia del Idioma», ha corroborado, además de restar importancia a este tema en el día a día. «Para nosotros no es un conflicto: lo que defendemos es que ambos sean tratados con el respeto con el que hay que ser tratados y que nadie hay que sentirlo herido ni discriminado cuando se generaliza, por ejemplo, cuando se dice ‘los niños tienen que ir al colegio’ o cosas así, o ‘los padres tienen que ir a una reunión'”, explica Terrero.