Valladolid «abre las puertas» al siglo XVI en una exposición que homenajea los 25 años de ‘El hereje’


Después de tres años de documentación y “trabajo muy profundo y riguroso”, cuando Habían pasado cinco años desde que recibió el Premio Cervantes, En cuyo discurso parecía “decir adiós a la Literatura”, Miguel Delibes “estrenaba una novela rompedora en muchos sentidos”. Fue “con diferencia la más larga de todas sus novelas y la única ambientada en un período diferente al que había vivido”. El autor vallisoletano, que entonces “ya no tenía que demostrar nada a nadie”, se mostró “preocupado” de que no fuera percibido “como algo que se había tomado a la ligera” y de ahí el arduo trabajo de documentación previo a la concepción de una obra que “fue una sorpresa por muchos motivos”, recordó este lunes Fernando Zamácola. gerente de la Fundación Miguel Delibes, promotora, junto con la Fundación Castilla y León, de la exposición ‘El fuego de la conciencia. El Hereje-Delibes’, que se ha presentado como homenaje al 25 aniversario de la publicación del libro y que quedará inaugurado oficialmente este martes.

Eso Un duro trabajo de documentación es el punto de partida de la exposición. que alberga el vestíbulo de las Cortes de Castilla y León, y que reúne alrededor de cien piezass -incluidos libros, pinturas, esculturas, mapas, manuscritos y otra documentación de la época- de cuarenta instituciones nacionales hacer un viaje al siglo XVIel de los Delibes establece una obra que es un tratado sobre “la libertad religiosa, de conciencia, de pensamiento, de reunión y de expresión”, es decir, la libertad en su máxima expresión, y que de algún modo Se trata de “un resumen y una evocación” de toda su trayectoria literaria: “En él encontramos al Delibes cazador, pero también al que vivía con miedo a la muerte de sus seres queridos, los Delibes de Valladolid y los Delibes de Castilla”, recordó Zamácola.

Manuscritos de ‘El Hereje’ que se podrán ver en la exposición

yo tomo

El director de la Fundación Castilla y León, Juan Zapatero, ha reivindicado el escenario de la exposición, las Cortes, desde el que Valladolid “abre las puertas” al siglo XVI, por ser “esta casa, cinco siglos después de que muchos de los personajes la novela vivió y murió por sus ideas, testimonio de que aquí ya nadie tiene que hacer eso. Cualquiera puede ser honesto y coherente con lo que piensa.expresarlo y defenderlo sin miedo a tener que pagar por ello un homenaje que otros pueblos pagaron hace un siglo.”

En ello ha incidido el comisario de la exposición, Mario Crespo, para quien “El canto a la libertad del individuo” que cantó Delibes “tiene pleno sentido”en el actual contexto internacional, y ha destacado en este sentido que ‘El hereje’ es una novela “bastante pesimista respecto al ser humano y su futuro”.

La exposición pretende también ser un pequeño homenaje a ‘El viaje de los libros prohibidos’, exposición realizada hace unos años por la Fundación Miguel Delibes. Sin embargo, en la nueva exposición, presentada “de carácter más temático”, se hace hincapié en “esa idea de conciencia” y de fuego en su sentido más “obvio”, pero también en su carácter “purificador, aterrador y reflexivo”. personaje.” Crespo detalló.

reloj de sol para la navegación

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De hecho, El crepitar del fuego es la ‘banda sonora’ que acompañará al visitante durante toda la exposición, estructurado en dos grandes bloques y cinco zonas en total. En una primera parte, las obras expuestas responden a dos preguntas: quién escribe y qué escribe. “En él no sólo rendimos homenaje y memoria a Miguel Delibes y el significado de su obra, sino también a las fuentes en las que se inspiró”, explicó el comisario. citando entre las fuentes consultadas la ‘Historia de los heterodoxos españoles’ escrita por Menéndez Pelayo, quien “puso a los herejes en la historiografía” y se refirió al “foco luterano de Valladolid”, “el primer empujón” del escritor para iniciar la novela.

El segundo de los ambientes de esta primera parte recopila referencias a la trama, los personajes, el manuscrito y dibujos del autor, y también a la correspondencia que mantuvo con José Luis Cuerda en uno de los intentos de llevar la novela a la gran pantalla. , ha detallado el comisario, que ha destacado la “emocionante” carta que escribió al leer la obra José Jiménez Lozano, también reproducida en la muestra.

Talla de Santa Teresa

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AUna hermosa escultura de alabastro del siglo XVI de un niño Jesús acostado sobre una calavera. procedente del Museo de Escultura de Valladolid y con el que queremos hacer referencia a la fugacidad de la vida, también presente en la novela, actúa como nexo entre este primer bloque de la exposición y el segundo, que ya se centra en la recreación histórica del siglo 16. El título ‘¿Adónde vamos?’, que responde a la idea del “movimiento” que tuvo este período, abre esta parte. “Todos los personajes de la novela están en movimiento, tanto físico como espiritual”, recordó Mario Crespo, señalando que al llegar a este lugar el visitante podrá ver algunos libros sobre el desarrollo de la ciencia aeronáutica, una maleta de viaje de la época . , y la pieza que ha sido calificada como más “excepcional”, un reloj de sol para la navegación que fue regalo de Carlos V al tercer duque de Alba.

‘¿Como somos?’ Es otro de los apartados de esta zona y en él hemos querido reflejar la vida social, económica, administrativa y medieval de la época. Para ello se muestran piezas especialmente relevantes, como la curiosa tabla de la Virgen de la Mosca, procedentes de la Colegiata de Toro o del tesoro de Gazteluberri, un conjunto de 52 monedas del siglo XVI guardadas en un cencerro encontrado en 1960 y que habla de contrabando entre España y Francia. Llega a Valladolid procedente del Museo Arqueológico Nacional. A esta parte se suman otros objetos ornamentales y algunos jetones o fichas de contador del Museo de Ferias de Medina del Campo (Valladolid).

La idea del poder purificador y castigador del fuego cede al último de los apartados y el más largo: ‘¿Qué pensamos?’ ‘¿En qué creemos?’, que reúne “una colección bastante impresionante de libros de la época de la Reforma y la Contrarreforma”. Entre ellas, Mario Crespo ha destacado la Biblia del Oso, que fue la primera Biblia protestante traducida al español. libros de Erasmo, los cánones del Concilio de Trento o ediciones censuradas de ‘La Celestina’. Junto a ellos, obras de arte de Alonso Berruguete, una talla de Santa Teresa absorta en la lectura, un retablo esmaltado, un retrato de Felipe II y una bella Arma Christi. Son piezas que “hablan de la devoción de época y la contradevoción, de la crítica a esa revolución ortodoxa que acaba en los autos de fe”.

El director de la Fundación de Castilla y León, Juan Zapatero; el director de la Fundación Miguel Delibes, Fernando Zamácola, y Mario Crespo, comisario de la exposición. Les acompaña la arquitecta Beatriz Rubio

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La exibición, que abrirá del 18 de junio al 17 de febrero los siete días de la semana, entre las 11.00 y las 19.00 horas, se presenta también como “un homenaje a la imprenta, a la difusión de la cultura y al conocimiento que permitió” y al mismo tiempo “una memoria del Renacimiento y de la relación entre España y Flandes en aquel entonces”. tiempo.” . Así se refleja también en el catálogo diseñado por Asís G. Ayerbe, que incluye artículos de dos académicos como Álvaro Pombo y Féliz de Azúa, además de especialistas como Germán Delibes, Teófanes Egido, Javier Burrieza y el propio Mario Crespo, sobre la contexto histórico y religioso de la época, el papel de la mujer en la herejía o la literatura censurada en la época.

La exposición cuenta con un presupuesto de 250.000 euros, financiada principalmente por la Fundación Miguel Delibes y la Fundación Castilla y León, y con el apoyo de Unicaja Banco, la Junta y el Ayuntamiento de Valladolid.

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