Techo de gasto: el superpoder de veto del PP en el Senado que ya oblig a Snchez a adelantar unas elecciones


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El PSOE busca eliminar por ley este derecho de bloqueo que podría rechazar en el marco del gasto presupuestario sin que el Congreso ni el Gobierno puedan hacer nada para evitarlo

Senador del PP Pedro Roll
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El Partido Popular impuso ayer su mayoría absoluta en el Senado para hacer presidente de la Cámara Alta Pedro Rollón. El exconsejero, exvicepresidente y expresidente en funciones de la Comunidad de Madrid concentró la 142 votos de los senadores del PP. No hubo candidatos alternativos y el resto de la Cámara votó en blanco, incluidos los 88 senadores del PSOE. En total, el PP se quedó con cuatro de los siete puestos de la Mesa -los otros tres fueron para el PSOE-, con Javier Maroto como vicepresidente primero, Eva Ortiz como primera secretaria y María del Mar Blanco como segunda secretaria del organismo.

El PP, que tendrá javier arenas como portavoz, confía en el Senado como ariete de la oposición si finalmente Pedro Sánchez consigue la investidura. El Senado tiene la capacidad de rechazar leyes provenientes del Congreso, aunque éstas son devueltas a la Cámara de Diputados, que puede volver a aprobarlas definitivamente. La única excepción a esto, y no es pequeña, es la poder de veto en la senda de la estabilidad que marca los límites económicos en los que necesariamente debe transitar el Gobierno para la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado.

Según el artículo 15.6 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria aprobada por el gobierno de Mariano Rajoy en 2012, el Consejo de Ministros remitirá a las Cortes sus objetivos de estabilidad, que deberán ser aprobados por el Congreso y el Senado. Si el Congreso o el Senado rechazan los objetivos, el Gobierno, en el plazo máximo de un mes, presentará un nuevo acuerdo que seguirá el mismo trámite, dice la norma. Por tanto, si el PP decidiera rechazar los marcos de gasto presupuestario en el Senado, ni el Congreso ni el Gobierno podrían hacer nada para evitarlo, más allá de negociar con Feijo… o abordar una reforma legal.

El Senado, controlado por el PP, ya rechazó en diciembre de 2018 subir del 1,3% al 1,8% el déficit previsto por María Jesús Montero en los Presupuestos del Gobierno de Pedro Sánchez tras la moción de censura. El fracaso de estas cuentas en el Congreso obligó a Sánchez a convocar elecciones anticipadas en abril de 2019.

En los últimos años, el PSOE y sus socios han abordado diversos proyectos de reforma del Ley de Estabilidad Presupuestaria quitar esta facultad al Senado. Pero a pesar de pasar por varios trámites parlamentarios en 2020, el último intento finalmente se paralizó y decayó con la disolución de las Cortes previa a las elecciones generales del 23 de julio. Ahora, una de las primeras medidas de un nuevo Ejecutivo socialista, si se trata de conformarse, podría ser abordar una reforma que elimine ese poder de veto del Senado y le permita elaborar los Presupuestos sin la participación obligatoria del PP.

En los últimos años, la relajación europea de las reglas fiscales, derivada de la pandemia, ha permitido al Gobierno aprobar elevados techos de gasto sin necesidad de que las Cortes lo refrendaran expresamente. El último techo ordinario aprobado fue el de 2020. Y es el que se prorrogará ahora, una vez decaigan las reglas fiscales excepcionales, si el PP decide tumbar las propuestas del Gobierno en un Senado bajo su control.

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