La votación en el Congreso elimina todo rastro de optimismo en el partido, que ya empieza a reivindicar una oposición distanciada de Vox
Alberto Nez Feijo insiste en intentar la investidura, pese a que la votación de ayer en el Congreso de los Diputados mostró que Pedro Sánchez está más cerca de lograr la mayoría de apoyos. En Génova son conscientes de que sus opciones son pocas, pero quieren explorarlas para evitar el síndrome de Arrimadas. En otras palabras, no aprovechar su victoria en las urnas para al menos intentarlo.
El cálculo de posibilidades del PP (ellos el 60%, nosotros el 40%) y los socialistas francina armengol Asumió la Presidencia de la Cámara de Diputados, pero desde luego a los populares les duele menos. Varios líderes consultados por EL MUNDO Coinciden en que las opciones de Alberto Nez Feijo para invertir se reducen al mínimo, ya que el PSOE ha acumulado una mayoría de 178 votos (dos más que la mayoría absoluta), al conseguir el apoyo de Junts en el último momento.
Y no solo eso. Los barones consultados creen que el presidente del PP debería empezar ahora a perfilar cambios para aplicarlos tras la hipotética investidura de Pedro Sánchez. Le piden que amplíe o aclare la dirección del partido y que se prepare para una dura oposiciónpero en el que también se distancia más claramente -definitivamente- de Vox.
Los responsables territoriales consultados tienen claro que la clave del futuro éxito de Feijo será la definición de su relación con vox. En este sentido, apuntan a la va por juanma moreno como la más correcta. Desmarcarse de ellos y darles batalla, como apuntaba el presidente andaluz en su última entrevista con este diario: La única manera de volver a gobernar es crecer en el centro sin mirar a Vox.
En el equipo de Feijo lo comparten. El PP es lo que hay entre Vox y el bloque de Sánchez. Por eso ayer no dieron asiento a los de Santiago Abascal en la Mesa del Congreso. Es una historia para nuestra investidura. En la relación costo-beneficio era mejor pasar a la siguiente pantalla con posibilidades. Y las únicas posibilidades son las de un cambio de Junts o PNV, aunque sean escasas, explican en el entorno de Feijo.
Pero cuatro barones del PP coinciden en que la suerte está echada. Y por eso creen que se avecina una legislatura corta de oposición dura y sin rehuir un solo debate. O sea, por el libro de la ortodoxia de los partidos que no gobiernan, solo con mejores expectativas de futuro, dicen. Siendo una legislatura corta seguro, pero muy dura, concede un barón, que añade que el PP debe hacer cambios orgánicos para prepararse para ese escenario. Feijo será presidente dentro de dos años, augura otro presidente del PP, pero para eso debe preparar al partido para aprovechar la debilidad de Vox y reunir a todo el electorado que está a la derecha del PSOE.
Un tercer presidente insiste en esa idea: tiene que darle un replanteamiento a su equipo de cara al futuro, aunque creo que esperará a una investidura o repetición electoral.
Los dos primeros cambios que hará Feijo serán las sustituciones, en la Comisión Gestora, de Pedro Rollón, que debe dejarlo como presidente del Senado, y de Javier Maroto, que deja de ser portavoz en la misma cámara. Además, en el PP las voces que piden poner fin a la bicefalia entre Cuca Gamarra y Elas Bendodo. Para los líderes consultados, la figura del coordinador solo seguiría teniendo sentido si Gamarra sigue siendo el vocero. Lo que piden es una aclaración de asignaciones. Y todos coinciden en que Gamarra debe seguir teniendo un papel protagónico en el juego: ha demostrado lealtad y capacidad.
En dirección a Génova aseguran que por ahora no habrá cambios y que, si hay alguna mejora, será cuando se aclare la gobernabilidad. Y si es Sánchez quien lo consigue, el PP tendrá más poder que cualquier partido de la oposición. En el peor contexto para nosotros, el PSOE tiene que poner de acuerdo a todos en cada voto: Junts con ERC, Bildu con el PNV, el BNG y todos los demás. Y tenemos el control del Senado y gobernamos en 12 comunidades autónomasmás cuatro de las cinco grandes ciudades: Madrid, Valencia, Sevilla y Zaragoza, añadidas en Génova.
Aunque en público nadie quiere rehuir la posibilidad de intentar la toma de posesión, en privado los líderes consultados ya coinciden en activar la modo de oposición.