La (no) disculpa por intentar cobrar la factura de la limpieza del asfalto a un joven al que mataron en la carretera


“Mataron a mi hijo en la carretera y ahora mandan la factura por la limpieza del asfalto”. Así contó hace días Pilar Rosanes la recepción de una carta certificada enviada por la Diputación Provincial de A Coruña a nombre de su hijo, Josep Boan, fallecido en un accidente de tráfico en Galicia.

La sorpresa de los padres de aquel joven, que no tuvo culpa alguna en aquel accidente, fue enorme al ver que en aquella carta exigían personalmente a Josep -el fatal accidente se produjo en 2020- el pago de 485,50 euros por la limpieza de la vía. Un trabajo en el que, según detalla la factura, se invirtieron 3 horas y 20 minutos.

El golpe para la familia de Josep fue enorme. Al dolor irreparable de la pérdida de un hijo se sumó ahora la fría burocracia de la administración.

En nombre de un muerto

La carta fue enviada al joven, con su apellido y dirección; Nadie se dio cuenta de que él era la víctima inocente del accidente.

Nadie en la Diputación de A Coruña advirtió que este joven fue víctima del accidente y que hace meses se dictó la sentencia que condenaba a poco más de 2 años de prisión al conductor del coche que quitó la vida a Josep (viajaba en motocicleta) tras cometer temeridad flagrante.

Una carta que duele aún más, recuerda María Pilar, quien afirmaba en aquella misiva que los gastos de limpieza de los restos esparcidos por la carretera tras el accidente los tuvieron que pagar, la mitad, las dos personas implicadas en el accidente.

Josep, junto a su padre, en una de las salidas en moto que hacían ambos

Josep, junto a su padre, en una de las salidas en moto que hacían ambos

Familia Boan

Una vez recuperada de la mala experiencia, la familia de Josep envió una carta a la Diputación Provincial de A Coruña. Pidieron una explicación. Esto escribió María Pilar en aquella carta: “Sobre la liquidación núm. 1182A/23 del pago por la asistencia y limpieza de la vía tras un accidente (nada de eso. En todo caso, accidente de carretera) entre el vehículo y, que la Diputación Provincial de A Coruña reclama a Josep Boan i Rosanes, informo Usted que la persona a la que reclama el pago del servicio de bomberos era víctima de don Asier González Silva, vecino de Santiago de Compostela, condenado por homicidio grave “imprudente”. Es él quien se encarga de pagar la limpieza de la carretera. Les envío la sentencia judicial y espero recibir pronto la nulidad de la liquidación”.

Esperaban más humanidad

María Pilar, la madre de Josep, advirtió a esta administración de su error “sangrado”. Ahora ni siquiera quieren un “mea culpa”

Lo menos que esperaba esta familia -aparte, por supuesto, de la cancelación de ese maldito proyecto de ley- era una disculpa. Pero eso fue antes de recibir la respuesta. Pilar afirma, tras leer la carta, que ahora “ya no espero nada”.

Destaca, sin embargo, que lo que más le duele -cuando ya no quiere ningún perdón- es que la Diputación engañó días atrás al afirmar a los medios de comunicación que el expediente de pago de esa factura ya estaba cancelado. “Con esta carta confirmamos que este paso aún no se ha materializado y está en proceso de solución”.

Pues esa Diputación acaba de responder a María Pilar.

Y de disculpa o perdón por el dolor causado por esa carta, nada de nada. Esta administración local de A Coruña se limita a relatar algunos hechos, sin mostrar empatía ni arrepentimiento en esas líneas, para informar que el expediente de cobro de esa factura ha sido anulado.

La misma frialdad de la carta en la que a Josep, ya fallecido, le pedían que pagara la limpieza de la carretera se repite en esta respuesta de manual de aquella Diputación al advertir del imperdonable error.

La carta, que se esperaba fuera una disculpa, afirma: “Con respecto a la pregunta que me plantea, antes de nada decirle que la Diputación Provincial de A Coruña es la administración encargada de recaudar las distintas tasas e impuestos por delegación de ambos Ayuntamiento. Ayuntamientos y de otros organismos públicos que ejerzan sus competencias en su ámbito territorial, como es el caso del Consorcio Provincial de Bomberos y Salvamento de A Coruña.”

La carta de la Diputación

Es un texto frío, de manual, sin el más mínimo atisbo de empatía por el dolor causado a los padres de Josep.

Y agrega: “La ordenanza fiscal que regula la tarifa por la prestación de servicios de extinción y salvamento de incendios establece que en los casos de intervención por accidentes de tránsito, los usuarios de los bienes siniestrados o que estuvieran sujetos al impuesto estarán obligados al pago la tasa. de la prestación del servicio, teniendo las compañías de seguros de tales riesgos la condición de sustitutos del contribuyente.”

La moto de Josep y el vehículo que provocó su muerte en el trágico accidente

La moto de Josep y el vehículo que provocó su muerte en el trágico accidente

Familia Boan

Tras esa fría introducción entra en materia: “En este caso, al existir sentencia judicial que determina la culpabilidad de uno de los implicados en el accidente de tráfico, la liquidación de la cuota corresponde en su totalidad al condenado por el delito”. Delito de homicidio por imprudencia grave”.

Y se anuncia que “se ha informado al Consorcio Provincial de Bomberos y Salvamento de Coruña para que proceda a la nulidad de la liquidación núm. 1182A/23 expedida a nombre de Josep Boan i Rosanes. Tan pronto como nos notifique su cancelación, nos comunicaremos nuevamente con usted desde esta unidad de atención al contribuyente para enviarle copia de la resolución de cancelación por este mismo medio.”

“Quedamos a su disposición para cualquier aclaración adicional que considere necesaria”.

“Mis mejores deseos”

“Buen día”.

Poco o nada se puede decir, por tanto, a estas alturas de esta respuesta de libro de texto en la que nadie pide una “disculpa”, nadie admite un “error” y nadie entona un “lo siento”. Esta es la cara más inhumana de la administración.

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