El arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, ha pedido “el don de la reconciliación entre los pueblos y personas que habitan allí donde Jesús sembró la palabra de salvacióny que cese tanto dolor de tanta gente inocente” porque “el poder de las armas y de la guerra nunca conduce a una solución a los conflictos, que tiene que llegar, y vendrá, cuando sea verdaderamente recibida la palabra del Evangelio en el corazón de toda la humanidad.
En la misa que presidió en la Basílica de la Virgen de los Desamparados, celebró para “unirnos a la petición de las iglesias de Tierra Santa de unirnos en oración y penitencia y pedir la paz», monseñor Benavent ha destacado que «asistimos a una situación que nos desconcierta» en la que «los creyentes participamos del dolor de tantas personas que sufren las consecuencias de conflictos que ellos no crearon, especialmente el Dolor de las víctimas inocentes de tanta violencia.odio y crueldad, sin ser responsable de nada.
«Participamos también del dolor de ver cómo en la tierra donde Jesús sembró la palabra del Evangelio, Paradójicamente es donde más difícilmente arraiga en el corazón del hombre.. Es una dolorosa contradicción para los creyentes. Donde anunció la palabra de amor, de hermandad, de perdón y de misericordia, se vive, desde hace décadas, un conflicto que es fuente de división, dolor y odio entre los pueblos y países de nuestro mundo”, señaló.
En la Eucaristía, el Arzobispo subrayó la “ambivalencia de la palabra del Evangelio, que es Fuerza salvadora para quienes la creen y la aceptan con corazón limpio y sincero.y religión auténtica, actitud creyente auténtica, fe viva; y, al mismo tiempo, es una palabra que denuncia aquellas actitudes que pueden existir en el corazón del hombre y que implican despreciar la gloria de Dios.
Una petición a los cristianos: “no avergonzarse del Evangelio”
«El ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor, como nos dice el Concilio Vaticano II. Nuestros corazones pueden albergar los sentimientos más nobles pero también comportamientos que no son dignos de la gloria de Dios, que es que el hombre viva”, afirmó el titular de la Arquidiócesis, que ha pedido a los cristianos “que no se avergüencen del Evangelio porque es poder de salvación para todo aquel que cree.
En su homilía, Mons. Benavent ha explicado que “Jesucristo nos traza el verdadero camino, que es el camino de la conversión del corazón para que los instrumentos de guerra se conviertan en instrumentos de progreso, para que donde hay guerra hagamos la pazdonde hay odio pongamos amor, donde hay ofensa pongamos perdón y donde hay división, unidad” y concluyó: “es un camino aparentemente ineficaz pero En el fondo sabemos que él es el único que puede traer la paz al mundo.».
La misa fue concelebrada por el obispo auxiliar emérito de Valencia, Monseñor Esteban Escuderoy por el rector de la Basílica, Melchor Seguíquien pidió, al inicio de la Eucaristía, que “el Señor toque el corazón de todos los responsables para que se pongan de acuerdo y haya generosidad y reine en Tierra Santa, la tierra de Jesús, don precioso de la paz”. “
Adoración Eucarística y Santo Rosario, martes por la tarde
Tras la petición del Arzobispo a todas las parroquias, iglesias y monasterios de la Arquidiócesis de acoger momentos de oración, contemplación ante el Santísimo Sacramento y oración eucarística por la paz, la Basílica de la Virgen ha organizado para el martes por la tarde, a las 7:00: 30 horas, el Adoración Eucarística y Santo Rosariopresidido por el obispo auxiliar de Valencia, Monseñor Arturo Ros.