El delantero juvenil del Córdoba CF Murió alrededor de las 10 de la mañana del jueves. El 12 de octubre, el mismo día en que desapareció, y menos de tres horas después (7:22) envió el último mensaje de WhatsApp a sus padres: ““Voy a la parada”dijo mientras se dirigía a la estación de Santa Justa, Sevilla.
“Dijo que era futbolista y que no podía beber”
Horas antes de disfrutar de una fiesta en la localidad andaluza con sus amigos, uno de ellos ha admitido que Álvaro Prieto no bebía alcohol: “Lo único que dijo fue que era futbolista, que no podía beber.“.
Por otro lado, no sabemos si es este u otro, pero el mejor amigo de Álvaro estuvo con él en sus últimas horas y posteriormente, tras enterarse de que su amigo había fallecido, escribió un post en Instagram en el que le rinde homenaje. a Prieto: “Siento mucha suerte de haber podido recibir ese ‘te amo hermano’ sentado allí al costado de la carretera antes de entrar al club nocturno. Sé que nos vas a cuidar desde arriba, no sabes lo que la gente te quiere y la huella que dejas en el mundo es muy, muy, muy grande, de verdad”, dice parte del mensaje en su Instagram. cuenta.
Tanto la noche del lunes en el estadio El Arcángel como esta mañana en las universidades y en el Ayuntamiento de Córdoba Se ha homenajeado y recordado la figura del exfutbolista juvenil del equipo de la ciudad.
“Le ofrecieron ayuda pero no la aceptó”
En relación con la investigación del caso y lo ocurrido aquella fatídica noche del jueves 12 de octubre, el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha indicado hoy martes que “le ofrecieron ayuda” y “le dieron la oportunidad de cargar su celular”aunque el joven no lo aceptó por alguna razón.
Se quedó sin batería: tenía el billete y la tarjeta en el celular
El chico de 18 años quería coger un tren de Sevilla a Córdoba pero quedarse sin batería y tener tanto el billete como la tarjeta de crédito En su móvil no pudo acceder a ellos ni demostrar nada. Prieto decidió colarse en las vías, donde desapareció durante un par de horas y acabó subiéndose al techo de un tren que tenía inutilizado desde agosto para acabar recibiendo una desafortunada descarga eléctrica de la catenaria que le provocó la muerte.