Según estos profesionales, el motivo del incremento se debe a las altas temperaturas registradas en primavera: “Es cuando hacen sus nidos primarios y el buen tiempo les permitió multiplicarse”, señala José Benito, coordinador del parque.
Por su parte, Serafín González, de la Sociedad Gallega de Historia Natural, explica que el clima también influyó en el invierno, que no se caracterizó por ser especialmente frío. “Esta condición favoreció que sobrevivieran más raíces y que nacieran más niños en primavera”, dice. A esta variante de avispa le gustan las temperaturas suaves, en la línea de las del sur de Europa atlántica. Proceden del sudeste asiático y llegaron al país en barco. “En concreto, fue una raíz fecundada por cuatro machos. Esta condición es favorable porque hay menos variedad xenética y es más sinxelo facerlles fronte”, dice González.
El procedimiento
José Benito explica que estas estructuras, de mayor tamaño que las de la avispa autóctona, Aparecen principalmente en edificios.. Allí, ayudados por un camión con escalera y vestidos con trajes protectores, los profesionales vierten insecticida y sellan las salidas del nido. Una vez hecho esto, y de forma más segura, se destruye en el parque de bomberos.
En cambio, con las avispas autóctonas se realiza el mismo procedimiento, mientras que los panales se entregan a los apicultores. Además de estos insectos, los bomberos acuden con frecuencia a rescatar perros y gatos que quedan atrapados o se caen. Con menos frecuencia, roban serpientes en algunas casas, especialmente en plantas bajas o garajes.
10% alérgico
Según fuentes del CHUO, solo el 10% de los ourensanos es probable que sufra una reacción adversa a las picaduras de velutina y, de estos, solo el 3% sufre síntomas graves. La tasa de mortalidad es de 3 o 4 muertes por año. a nivel nacional, es decir, la tasa de mortalidad es de 0,03% por millón.