PP y Vox inician el deshielo en Valencia con el primer acuerdo fiscal que allana un futuro pacto de gobierno municipal


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Tras meses en el rol opositor, Vox cambia de estrategia para salvar los presupuestos de Catal, que aplaude la nueva etapa: “Estamos reforzando la confianza”

El alcalde de Valencia, Mar
La alcaldesa de Valencia, María José Catal.EM
  • Política Guerra PP-Vox en las grandes capitales: de ‘coalición’ a oposición en cuatro meses

El resultado de las elecciones del 28-M fuerza voz para mostrar sus dos caras en Valencia: el de entender con PÁGINAS y el de la oposición frontal al PP. Si bien el partido fue decisivo para que Carlos Mazón fuera presidente del Generalitat, con el que comparte por tanto el gobierno autonómico, sus votos fueron irrelevantes para que María José Catal fuera elegida alcaldesa de Valencia. Así es, el líder popular Dirige la ciudad en minoría a pesar de la exigencia de Vox de entrar en el gobierno municipal. Y esto es lo que ha llevado a la paradoja de ver al portavoz municipal de Vox convertirse prácticamente en el líder de la oposición a Catal.

Ahora, tras cuatro meses tensando la cuerda, Vox ha decidido este miércoles dar su apoyo al PP en una votación trascendental en la comisión. Autoridades fiscales: el de las ordenanzas fiscales, necesarias para la ejecución de los presupuestos de la ciudad. El cambio de estrategia se produce después de condicionar hace apenas unos días al portavoz de Vox, Juanma Badenasla aprobación de los presupuestos del PP a un pacto de gobierno legislativo.

El deshielo entre ambas formaciones se ha producido a raíz de un encuentro entre Badenas y la propia alcaldesa, aunque no ha pasado desapercibido que al encuentro también acudió la presidenta provincial de Vox en Valencia, Ignacio Gil Lázaro. Por ahora, fuentes popular Confirman que este primer acuerdo en materia fiscal con Vox no supone la entrada de los de Badenas en el equipo de gobierno. Pero sí que marca el inicio de una nueva etapa entre ambas formaciones, sin que nadie descarte un pacto de gobierno más adelante.

La propia Catal no lo hizo este miércoles cuando fue preguntada expresamente al respecto. “Seguimos manteniendo conversaciones sobre los presupuestos”, ha apuntado, para convencerse de que “no tiene por qué tener ningún problema” con las exigencias que pueda plantear Vox a partir de ahora. “Estamos fortaleciendo la confianza”.

Badenas tampoco cierra la puerta a nada: “A estas alturas acordamos bajar impuestos, lo que no significa que no se puedan llegar a otros acuerdos”. Vox justifica ahora su apoyo al plan fiscal del PP porque “supone una reducción importante de la presión fiscal”. Lo próximo serán nuevos encuentros con el PP “con algo más de intensidad”, en palabras de Badenas.

De ahí el portavoz socialista, Sandra Gómez, ha calificado de “bullo” la puesta en escena de PP y Vox, y ha reclamado que el acuerdo de gobierno entre ambos se haga público “a partir de ahora”. Para el portavoz de Comproms, papirobles“Si Vox vota a favor de las ordenanzas fiscales, en contra de todo lo que vienen diciendo, quiere decir que ya tienen en sus manos lo que querían, que es entrar y controlar la gestión de esta ciudad”.

Lo cierto es que Vox ya le ha hecho ver a la alcaldesa que sus 13 concejales son insuficientes para sacar adelante cuestiones relevantes para el día a día del concejo. Catal se apoyó en los cuatro de Vox para aprobar el nombramiento de Rita Barber como alcaldesa honoraria de Valencia pero, a partir de entonces, Vox se negó a apoyar al PP en los nombramientos de empresas municipales como la paramédico y AUMSA. En este último caso, Catal tuvo que conseguir el apoyo del PSOE.

Badenas, que ha llegado incluso a acusar a Catal de “mantener la era Rib”, se muestra ahora abierto a colaborar con el PP, justo a las puertas de la negociación presupuestaria. De hecho, la aprobación de las ordenanzas fiscales permitirá despejar las cuentas municipales, ya que determinan los ingresos que tendrá el consistorio en 2024. Si Vox se hubiera echado en su papel de oposición al PP, Catal podría haber tenido que sufrir una primera derrota política al ampliar los presupuestos del anterior gobierno de izquierdas.

Con este acuerdo entre PP y Vox, la alcaldesa no sólo tiene garantizado el pase libre para la aprobación de sus primeros presupuestos, sino que también podrá ejecutar una de sus principales promesas: bajar impuestos. El plan del PP es reducir el IBI un 20% y el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica un 8%, sin olvidar la bonificación del 95% a las plusvalías por herencias y a las transmisiones empresariales de padres a hijos. En palabras de Catal, se trata de una “rebaja fiscal histórica” ​​que beneficiará a 400.000 valencianos y 33.000 empresas.

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