Las imágenes del hospital Al Ahli son impactantes. En los pasillos no hay manos suficientes para atender a tantos heridos y no hay consuelo para los más pequeños. Fadl Naemm Él es médico y cuenta cómo la gente vino a pedirles que “los salvaran. Nos dijeron que había heridos y muertos, el hospital estaba lleno de heridos, muertos y restos de cadáveres”.
Afuera las llamas se mezclan con el caos y el miedo, la gente grita pidiendo ayuda y entre los escombros buscan a los que aún están con vida. Al hospital cercano las ambulancias no paran de llegar. Pasadas las horas y con la luz del día todavía se puede comprobar la dureza del ataque, pues aquel hospital fue para muchos un refugio creyendo que los bombardeos no llegarían hasta allí.
Israel no ha tardado en aportar pruebas para intentar demostrar que no está detrás del ataque y tiene claro quién es el culpable:Un cohete fallido de la Jihad Islámica.. Proporcionan como prueba una conversación entre miembros de Hamás poco después de la explosión.
Israel afirma que se dispararon 10 cohetes desde un cementerio de Gaza y que uno de ellos falló. Joe Biden Llegó a Israel hace unas horas con la idea de reducir la tensión y el propósito de permitir la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Sin embargo, el ataque al hospital lo ha cambiado todo. El presidente estadounidense apoya la tesis de Israel y ante las cámaras en un encuentro con Benjamín Netanyahu asegura: “Según lo que he visto, parece que fue la otra parte, pero hay mucha gente por ahí que no está segura, así que Tenemos mucho por delante”.
Este apoyo fue inmediatamente rechazado por Hamás, que acusó a Biden de “respaldar ciegamente la narrativa sionista”. “La insistencia del gobierno estadounidense en adoptar la narrativa impulsada por el Primer Ministro del enemigo sionista (Benjamin Netanyahu) a través de sus mentiras y declaraciones falsas es sólo un esfuerzo sionista barato en la guerra de exterminio y masacres salvajes”, dijo.
El grupo chiita libanés Hezbolá instó este miércoles a la población a Únase a un “día de ira sin precedentes” contra Israel en respuesta a la reciente serie de ataques en Gaza. La organización considera que las denuncias y denuncias verbales ya no son suficientes dada la magnitud de la situación.