La Audiencia Nacional envía a un juzgado de Madrid al guardia civil que presumía de ilegalidades


El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha remitido a los juzgados ordinarios de Madrid la investigación sobre el sargento de la Guardia Civil que fue grabado confesando prácticas ilegales en una investigación por tráfico de drogas, como la colocación de seguimiento de balizas sin autorización judicial.

En una resolución a la que tuvo acceso torrevieja news today, Pedraz da la razón a la Fiscalía Antidrogas, que había pedido retirar este asunto de la causa que se sigue contra una decena de personas por delitos de blanqueo de capitales derivados del tráfico de drogas derivados de la Operación Águila. Frazen, en el que ese agente colaboró ​​como parte de la unidad de delitos económicos de la Comandancia de Madrid.

Pedraz coincide en que el delito por el que se ha acusado al sargento en la causa no es un delito de la competencia de la Audiencia Nacional y por tanto, el testimonio en su contra debe deducirse ante la justicia ordinaria, que puede conocer del asunto. Se le imputa el delito contemplado en el artículo 536 del Código Penal, que sanciona con inhabilitación especial de hasta seis años a la autoridad o funcionario que realice escuchas telefónicas sin amparo judicial y/o difunda su contenido.

Lo remite a Plaza de Castilla porque, según explica, “si bien las vigilancias e interceptaciones supuestamente ilegales se habrían realizado en diversos lugares (Las Rozas, Móstoles, Tres Cantos), el lugar donde supuestamente se habrían planificado y puesto en funcionamiento sería el de la sede del despacho del investigado y el resultado del mismo ha sido incorporado a este procedimiento judicial, interponiéndose evidentemente en los Juzgados Centrales de Instrucción de Madrid.

El sargento fue denunciado por una de las defensas del caso. Aportó un escrito con la historia de una mujer con la que venía manteniendo una relación y que lo grababa subrepticiamente haciendo comentarios sobre el grupo de personas a quienes venía investigando en el marco de esa operación por lavado de narcotráfico. . Era amiga de uno de los identificados por la Guardia Civil.

La noche de hotel y las contradicciones

Al prestar declaración como investigador, aseguró al juez Pedraz que en realidad estaba dando información falsa porque se había dado cuenta de que la mujer podía ser cebo para la organización criminal y que cuando dijo que había colocado balizas en los vehículos de Uno de los investigados en realidad se lo estaba inventando. Limitó aún más el alcance de su relación personal con la mujer.

El problema es que los datos coincidían con los de los atestados policiales y que uno de los investigados en el caso había denunciado previamente haber encontrado balizas de seguimiento en su moto y en su coche. El juez ordenó volcar su contenido y recoger con las cámaras de tráfico las rutas que habían seguido los dos vehículos para cruzar la información.

También pidió un hotel donde, según los audios facilitados por la mujer, ella y el guardia civil podrían haber pasado la noche. Fue el primer recado en llegar y puso al sargento en una contradicción: dijo que la relación con ella no era personal pero el establecimiento confirmó que pasaron una noche juntos y que pagó con su tarjeta de crédito, según la documentación que tuvo acceso a este diario.

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