La Guardia Civil interroga al entorno del presunto asesino de Elisa Abruñedo


Tuvieron que pasar más de diez años antes de que la Guardia Civil pudiera dar caza al presunto violador y asesino de Elisa Abruñedo. Fue detenido el martes, tras una exhaustiva investigación, en la que los restos de ADN de la víctima terminaron delatándolo. Este jueves está previsto que el detenido, un vecino de Narón (Ferrol) de 49 años, que fue detenido mientras trabajaba en los astilleros de Navantia, sea entregado al Juzgado de Instrucción número 2 de Ferrol. Este jueves, mientras tanto, el presunto asesino permanecía en el cuartel de la Guardia Civil en La Coruña, Los agentes de la Benemérita se dedicaron a interrogar a quienes los rodeaban.

Así lo explicó la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, en una comparecencia ante los medios en Santiago de Compostela tras presidir, junto al alcalde de la capital gallega, Goretti Sanmartín, la junta de seguridad local. «La investigación se encuentra bajo secreto de sumario y la única información que podemos confirmar es que, efectivamente, yEl detenido se encuentra en el comando de La Coruña y que en este momento se están realizando acciones”, se limitó a decir Rivas.

Entre estas actuaciones, destaca la toma de declaraciones a la comitiva del detenido, que fue trasladada a la comandancia de La Coruña tras haber registrado el domicilio del investigado, con él presente, en el barrio de A Gándara de Ferrol. Según fuentes policiales, se mostró cooperativo con los agentes en todo momento. Al ingresar y registrarse, Al detenido, aficionado a la caza, se le incautaron varias escopetas.

Diez años de investigaciones

El subdelegado del Gobierno en A Coruña aprovechó la presencia de los medios de comunicación para felicitar a la Guardia Civil por su trabajo para resolver este caso, enquistado desde hace más de una década, después de que en septiembre de 2013 Elisa Abruñedo fue encontrada muerta en una zona boscosa de Cabañas a sólo un kilómetro de su casa, en el lugar de Lavandeira (La Coruña). Elisa, que tenía 46 años, estaba casada y tenía dos hijos, había salido a caminar. Rivas valoró el trabajo de la Guardia Civil, que “nunca dejó de trabajar”.

«No podría estar más orgulloso del trabajo de la Guardia Civil. y ese contacto permanente con la familia, manteniéndolos permanentemente informados y diciéndoles que, por mucho que pasara el tiempo, no íbamos a dejar de hacer lo que había que hacer”, añadió Rivas y recogió a Ep.

En cuanto a la familia, precisamente, Adrián Fernández, uno de sus hijos, explicó este jueves que Siempre mantuvo la “esperanza” de que el crimen de su madre fuera resuelto. El hijo de Elisa Abruñedo, que durante este tiempo se convirtió en portavoz oficioso de la familia, exigió “justicia” y que los acusados ​​paguen “como tienen que pagar”.

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