Vox refuerza su primer rdago autonmico al PP tras apartar a su portavoz: “No podemos ceder ninguna bandera”


Actualizado

“Si se firma un acuerdo de investidura hay que cumplirlo”, afirma el partido de Santiago Abascal.

Santiago Abascal, l.
Santiago Abascal, líder de Vox, en Palma en abril, con el diputado Jorge Campos y el exportavoz Xisco Cardona.PE
  • Política Vox destituye a uno de sus portavoces en Baleares tras su crisis con el PP
  • Coalición PP y Vox inician el deshielo en Valencia con el primer acuerdo fiscal que abre el camino a un futuro pacto de gobierno municipal

La destitución de su portavoz adjunta tras el choque parlamentario con el Partido Popular ha sumido a Vox en una doble crisis en Baleares. La primera gran polémica política de la legislatura en las islas tiene también resonancia nacional: los de Santiago Abascal ponen a prueba la capacidad de resistencia de sus socios en un momento en el que las alianzas en todo el país empiezan a sufrir sus primeras divergencias.

Si se firma un acuerdo de investidura, éste deberá cumplirse. No podemos ceder con ninguna de nuestras banderas, es el mensaje que lanzan fuentes de Vox para fijar, tanto externa como internamente, su postura respecto al PP, especialmente en materia lingüística. En Palma, la negativa de Vox a apoyar el techo de gasto presupuestario de Marga Prohens Se produce después de que el PP se abstuviera en la iniciativa de Vox para garantizar la libertad de elección de las familias en todos los niveles educativos a partir del próximo año. La primera consecuencia colateral de este desacuerdo fue la destitución del vicepresidente del Parlament Balear, Xisco Cardonapor estar a favor de apoyar el techo de gasto.

Aunque este ha sido el episodio más grave, no es el primer desencuentro entre Vox y el PP en Baleares desde que formalizaron su acuerdo tras el 28-M, que tiene la particularidad de que Vox apoya la popular y no comparten el Ejecutivo como en otras regiones. Tampoco es la primera vez que Vox intenta marcar perfil y hacer tropezar al PP, obligándolo a una posición que le lleva a su territorio en materia lingüística, donde tienen claros desacuerdos.

Las relaciones entre ambos grupos se han tensado en las últimas semanas desde que el PP desautorizó contundentemente una iniciativa impulsada por Vox en las islas para crear un Oficina de Libertad Lingüística. Esta entidad es un proyecto de Vox y estaba contemplada en los acuerdos con el PP, pero los de Abascal querían ponerla en marcha a través de un proyecto de ley maximalista que no estaba previamente pactado con el popular. El proyecto fue frontal y severamente rechazado por el PP. Esa reacción ya ha generado una fisura en las relaciones y esa es la dinámica que ha seguido prevaleciendo hasta el estallido de esta semana.

Vox acusa ahora al PP de saltarse un punto esencial de su pacto de investidura, mientras el PP lo niega. Admiten que en el pacto firmado se comprometieron a garantizar la libertad de elección de lengua en todas las etapas educativas, pero que lo hicieron con un importante matiz temporal, abierto y no concluyente: antes del final de la legislatura. Es decir, en un plazo de cuatro años.

Acuerdo de investidura

Ambas partes reconocen la complejidad de abordar este punto en la redacción del acuerdo de investidura. Vox sabe que mete la lengua en las heridas del PP y ha querido obligar a los de Prohens a comprometerse a ponerlo en marcha el año que viene. El PP se niega a que le impongan un calendario, temeroso de adoptar medidas drásticas que menoscaben la convivencia con la comunidad docente, con un balance muy negativo para el partido.

El PP era consciente este martes de la amenaza de Vox de boicotear el techo de gasto financiero si no llevaba a cabo su propuesta lingüística. El lunes el PP intentó desactivar este escenario, pero un error material impidió registrar enmiendas que habrían abierto una salida. El PSOE se vio en apuros el martes y bloqueó el debate sobre las enmiendas fuera de plazo, lo que provocó el cóctel perfecto para el estallido de la crisis, la primera gran brecha visible en las relaciones entre PP y Vox en las islas.

Ayer por la tarde ambos grupos negociaban entre bastidores una solución. Está previsto que la visita del secretario general de Vox, Ignacio Garrigaprevista para hoy, acaba de calmar las aguas tras semanas de disturbios.

El episodio balear llega justo después de que Vox se viera envuelto en polémicas en otros territorios donde está presente en ejecutivos municipales y autonómicos. En Gijón, hace dos semanas, fue expulsado del equipo de Gobierno por Foro y el PP. Poco después dimitió su único asesor en Extremadura, mientras las tensiones a nivel local seguían aumentando.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *