La estación olvidada se encuentra a unos 100 metros del gran globo terráqueo que acoge un reino de superhéroes y dibujos animados. Hace una década, esas vías abandonadas eran el camino hacia el flamante Parque Warner de Madrid. Los trenes empezaron a circular un mes antes de que se abrieran las atracciones, luego, en abril de 2002, los más grandes de Europa, y en una sola década esa línea de Cercanías, la C3a, que conectaba Pinto, la Warner y San Martín de La Vega quedó en ruinas. . Ha pasado otra década de su cierre, pero el parque temático y el Ayuntamiento de San Martín de la Vega siguen reclamando su reapertura. Aunque la Comunidad de Madrid sigue sin tomar una decisión definitiva, ha iniciado la reforma de la estación fantasma.
El pasado 3 de octubre, el alcalde del municipio, Rafael Martínez (PSOE), se reunió con el ministro de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Jorge Rodrigo (PP), para resucitar la línea C3a. “Es una reivindicación histórica”, afirman fuentes municipales. En la reunión, sin embargo, sólo se acordó una cosa: acometer una serie de tareas de mantenimiento en la estación de Parque de Ocio.
Técnicos de la Dirección General de Infraestructuras revisaron la parada cerrada y determinaron “realizar lo antes posible las reparaciones necesarias, asegurando el vallado perimetral, mejorando el aspecto exterior de la estación, cerrando todos los accesos a la misma y limpiando la parcela”. dice un portavoz del Ministerio de Transporte, Vivienda e Infraestructuras. Las obras, que ya han comenzado a retocar el vallado, durarán dos meses y costarán unos 40.000 euros.
Aún se desconoce si los trenes de Renfe volverán a circular por el tramo de 15,3 kilómetros que discurría al sur de Madrid. La línea C3a resultó ser un agujero millonario. La infraestructura ferroviaria costó 85 millones de euros al Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón (PP), que inauguró el trazado con la promesa de conectar el deslumbrante Parque Warner con el resto de la región. Pero el esperado maná de visitantes no llegó y, en abril de 2012, el Consorcio Regional de Transportes suspendió un servicio deficiente. Eran tiempos de crisis. El tren costaba a las arcas madrileñas 3 millones de euros anuales y sólo transportaba a 190 viajeros diarios.
Saqueos y graffitis
Al año de bloquearla, la Comunidad ordenó a Adif desmantelar la línea, que durante varios meses fue una mina para saqueadores de hierro, cobre y cables. En un par de meses, la empresa pública propietaria de la infraestructura desmanteló los postes, la catenaria y las cubiertas de las paradas; Gran parte del material, en buen estado, fue reutilizado en otros puntos de la red de Adif. Y así quedó la parada a las puertas de Warner, una estructura gris y sin alma que, en poco tiempo, se convirtió en un puñado de fachadas cubiertas de graffitis y escombros.
El interior de la estación abandonada junto al parque Warner, en 2019
“Eso se está cayendo y se va a reformar por seguridad, hay arquetas abiertas y alcantarillas, por lo que se harán trabajos de mantenimiento, como tapiar los accesos, para evitar el riesgo”, indica un portavoz del Ayuntamiento de San Martín de Ayuntamiento. la Vega sobre las obras emprendidas por el Ejecutivo madrileño. En ese último encuentro, el consejero Rodrigo también se comprometió a Estudiar la viabilidad de sustituir la línea C3a. “para evitar el deterioro al que ha estado sometida la infraestructura en los últimos años”, según el comunicado municipal. Hay un tercero implicado, Warner Park, con el que el ayuntamiento pretende mantener “próximamente” una reunión a tres bandas.
Cuando los trenes dejaron de circular hacia la ciudad de Bugs Bunny y Piolín, la Comunidad puso en marcha dos líneas de autobuses interurbanos que, actualmente, el parque temático considera insuficientes. El 90% de los visitantes de Warner llegan al recinto en coche y, en temporada alta, las entradas se ven desbordadas con colas de “hasta 90 minutos”. El viaje en autobús desde la capital dura unos 70 minutos, “un servicio inadecuado, especialmente para familias con niños pequeños”, según la empresa que gestiona 35 atracciones mecánicas. El parque ya intentó negociar la reapertura de la olvidada estación, tanto con el Ministerio de Transportes como con la Consejería de Turismo, antes de que Jorge Rodrigo asumiera la cartera el pasado mes de mayo, tras las elecciones autonómicas.
“Seguimos con las peticiones para potenciar las líneas 412, 413 y 410 de autobús que conectan con Villaverde y con trenes de Pinto y Ciempozuelos, que no solucionan el problema”, explican desde el parque, que también ha gestionado lanzaderas directas desde la estación Sur de Méndez Álvaro. Quieren ofrecer a sus clientes “un medio de transporte sostenible y de calidad”. La reapertura de la estación de Parque de Ocio es su remedio, que sigue aplazado, aunque no se ha descartado del todo.
La estructura de la estación fantasma, desmantelada en 2013 tras sufrir saqueos de hierro y cobre
Los dos interesados en rescatar la línea C3a destacan que, once años después, hay demanda. “La situación de 2012 es totalmente diferente a la actual, cuando se reciben más de 2 millones de visitantes al año, generando importantes retrasos en el acceso al parque”, remarcó el alcalde de San Martín de la Vega durante su encuentro con el concejal. Tanto Warner como la localidad, donde viven unos 20.000 habitantes, subrayan el impulso que supondría para el turismo en la zona. “El 45% de los visitantes son de fuera de Madrid y permanecen en la Comunidad de Madrid al menos una noche, por lo que es una gran palanca para el turismo de la región”, afirman desde el parque temático.
El municipio también ha puesto sobre la mesa la posibilidad de solicitar fondos europeos Next Generation para la recuperación y fomento de las infraestructuras ferroviarias. Y su Plan General de Ordenación Urbana en trámite, que contempla nuevos desarrollos urbanos con necesidades propias de transporte. De momento, más allá de este primer lavado de cara, la Comunidad de Madrid no tiene planes para el futuro de su emisora fantasma: “Estamos dispuestos a escuchar, pero no hay previsión de una nueva reunión”.