El Partido Popular planteó este jueves en el Senado El muro de su poder territorial contra Pedro Sánchez y su aspiración a volver a presidir el Gobierno de España tras un acuerdo con los partidos independentistas y la izquierda abertzale. Once presidentes autonómicos, un vicepresidente y los líderes de las dos ciudades autónomas, que representan el 70% de la población, hicieron gala de su diversidad y multilingüismo para oponerse a la negociación emprendida por el candidato socialista a la investidura, al considerar que implicaría una traición. al Estado, a la Constitución, a la Justicia y a los españoles a cambio de un puñado de votos que le garantizaran permanecer en la Moncloa.
La sesión del Comisión General de las Comunidades Autónomas En realidad no fue un debate. Fue una sucesión de intervenciones que apenas se desviaron de una línea argumental común: no, la amnistía que Sánchez diseñó para los implicados en el atentado contra el Estado de 2017; no, contemplar, ni a corto ni a medio ni a largo plazo, la posibilidad de un referéndum de autodeterminación en Cataluña; y a no aceptar una negociación bilateral de financiación y condonación de deuda con la Generalitat.
Madrid, Aragón, Castilla y León, Extremadura, Cantabria, Galicia, Murcia, Comunidad Valenciana, Andalucía, La Rioja, Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. Todos formaron un frente común, un tribunal acusatorio contra el candidato a la investidura por estar dispuesto a entregar al chantaje independentista lo que es de todos, por estar decidido a romper la igualdad entre los españoles, conceder impunidad y privilegios y humillar al Estado para satisfacer sus necesidades personales. intereses. Y, además, hacerlo de forma clandestina y con opacidad.
A la sesión no acudió ningún representante del Gobierno en funciones, ni tampoco ninguno de los tres presidentes autonómicos socialistas. él tampoco lehendakari igo urkullu. La justificación de todas ellas fue que el PP se aprovechó del Senado imponiendo un debate en el que su posición es abrumadora.
Se asumió la solitaria voz socialista juan espadasquien acusó al PP de llevar a cabo una política de confrontación y confrontación con el único objetivo de evitar un gobierno progresista.
El popular En las últimas generales lograron la mayoría absoluta en la Cámara Alta y en las municipales y autonómicas aumentaron su poder -en varios casos pactando con Vox- en hasta 12 de las 17 comunidades y en las dos ciudades autónomas. Las reglas de la democracia les otorgan el control del Senado de la misma manera que a Sánchez y sus posibles aliados se les podría permitir el control del Congreso. La ausencia del Gobierno fue ampliamente descrita como aterradora y cobarde.
“Sólo el punto de partida”
En la reunión de este jueves sólo ha habido una voz disidente: la del presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragón, que no quiso desperdiciar el altavoz que le prestó la Cámara de Representantes territorial para lanzar nuevamente su proclama. La amnistía es esencial pero es sólo el punto de partida; El destino es que los ciudadanos de Cataluña voten por la independencia. Una votación que, dijo, debe hacerse de manera reconocida y consensuada.
Con esta última precisión, Aragonés matizó en gran medida el desafío del unilateralismo lanzado por su enemigo más cercano. Carlos Puigdemontel prófugo de la Justicia que logra desde Waterloo siete votos decisivos para la investidura de Pedro Sánchez.
El presidente de la Generalitat hizo una breve intervención y al terminar abandonó el antiguo salón de plenos sin quedarse a escuchar los argumentos de los restantes presidentes autonómicos. Su actitud fue criticada como desprecio.
La intervención más dura fue la llevada a cabo por el presidente de la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso Hizo gala de su condición de punta de lanza contra el presidente en funciones, acusándolo abiertamente de perpetrar la mayor traición que se le puede hacer a un país. Para Ayuso, el candidato socialista está subastando el país y las instituciones a cambio de unos meses o años más de comodidad y quiere que España pida perdón a cambio de su investidura.
El Madrid sostiene que, con Sánchez, el sistema se está poniendo del lado de la traición y el crimen. Y concluyó llamando a los socialistas históricos a defender su propio partido. ¿Qué vamos a pedir a quienes han firmado un pacto con la sangre y la libertad de sus compañeros? Según Díaz Ayuso, si el crimen de amnistía se consuma pronto no habrá españoles.
El presidente de Galicia, Alfonso Rueda, destacó que con Sánchez nos jugamos el futuro de España. Fue el primero en sacar a la luz la intención catalana de mutualizar su supuesta deuda histórica y reclamó, para evitarlo, multilateralismo en las negociaciones presupuestarias y la financiación autonómica.
También el andaluz, juanma moreno, insistió en que no permitirá que sus ciudadanos paguen las facturas de otros. Para él, las negociaciones de Sánchez con los independentistas harán que unos españoles pierdan y otros ganen y la amnistía supondrá pedir perdón y conceder reconocimiento como víctimas a quienes atacaron al Estado.
Su homólogo murciano, Fernando López Miras, fue un paso más allá al asegurar que otorgar privilegios a delincuentes amenaza una sociedad de ciudadanos libres e iguales. El presidente murciano y los aragoneses, Jorge Azcán, anunció la presentación de un recurso de inconstitucionalidad en cuanto se apruebe una ley de amnistía. El segundo aseguró que lo que Sánchez negocia con el secesionismo es ilegal, inmoral y un ataque directo a la igualdad del pueblo español y a la unidad de España. Para Azcón, la presunta amnistía es una transacción infame.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, reclamó unidad desde la pluralidad y lamentó que la deslealtad sea amnistiada ya que quienes tienen buen sentido no tienen capacidad de influir en las decisiones. Mazín advirtió a Sánchez que el chantaje nunca termina si el chantajeado no da la cara y aseguró, con la vista puesta en un nuevo modelo de financiación autonómica, que los valencianos no aceptarán las migajas del banquete que han recibido quienes han puesto un poner precio a sus votos para satisfacer la vanidad de una sola persona.
Los presidentes de Extremadura y Baleares se confabularon para hacer resistencia, como aseguró el primero, María Guardiola. Y el de Cantabria, María José Senz de Buruaga, se rebeló contra la intención de los socialistas de pisotear la dignidad de los españoles. El riojano también incidió en el punto de igualdad y dignidad, Gonzalo Capellán y los leones castellanos Alfonso Fernández Maueco para quien los pactos con el independentismo no son reconciliación ni concordia, sino un contrato comercial de amnistía de votos.
Fue durante el turno de los grupos cuando se escuchó por primera y única vez la voz del PSOE. No es momento de cavar trincheras ni siquiera una, grande y libre, sino de tender puentes y convivencia, afirmó Espadas. El socialista andaluz recriminó el popular su manual de ataques preventivos contra Sánchez y de disparar contra su partido por si acaso. El PSOE ha sido, es y será garante de la unidad, la pluralidad y la constitucionalidad, defendió.