Una mujer relata en vivo la caída de una palmera debido al viento: "¡Ea, pues ya no hay palmera!"



Este año, la llegada del otoño a España ha destacado por su retraso y su impacto. Más allá de los típicos descensos de temperatura y lluvias que caracterizan esta temporada, una serie de fuertes vientos han azotado la región sur del país, particularmente la costa de Andalucía. En este rincón de España, el viento y la gracia de su gente destacan por su singularidad y potencia. Cuando estos elementos se combinan se generan momentos sorprendentes.

Recientemente, un vídeo grabado desde la ventana de un residente local ha llamado la atención en el redes sociales y medios de comunicación. En las imágenes, una mujer comienza a narrar con emoción cómo el viento azota intensamente una palmerainclinándose peligrosamente.

A medida que el viento se intensifica, la mujer no puede evitar expresa tu asombro Dada la situación. “Mira, mira, mira.Crees que la palmera se caerá“?” pregunta en el video. El árbol se acerca cada vez más al suelo, y las hojas de otras plantas se cuelan en su habitación, creando una atmósfera tensa y espectacular al mismo tiempo.

Un hombre con un paraguas entra en escena.

En medio de este alarde de fuerza natural, un hombre se aventura a cruzar la calle con un paraguas en la mano, detalle que no pasa desapercibido para la narradora. Su predicción se hace realidad rápidamente cuando el viento toma el paraguas del hombrelo que la lleva a preguntarse con humor: “¿Por qué abriste el paraguas aquí con este viento?”. ella dice en el video.

A medida que el hombre y su paraguas se vuelven menos relevantes en la narrativa, la atención se centra una vez más en la palmera, que continúa su lucha contra las fuerzas de la naturaleza. La mujer continúa narrando con mucha intensidad: “Mira, mira, mira”. enfocando tu cámara en el árbol. Y finalmente ocurre lo inevitable: la palmera se derrumba. Ante la situación, la mujer, asustada, se refugia en su casa, pero la curiosidad la detiene. alerta.

La mujer muestra su entusiasmo.

Orgullosa de su premonición, la mujer muestra su entusiasmo de una manera muy expresivo. Con una voz que recuerda a la de un artista de feria, exclama repetidas veces: “¡Se ha caído la palmera, amigos! Le dije que se iba a caer. Y se ha caído. La palmera”.La palmera ha caido! ¡Vivir! Vive la palmera que ha caído. Vivir. ¡Ella lo estaba mirando! Oye ya no hay palmera“.

Afortunadamente no se reportaron daños materiales más allá de la pobre palmera. La narración concluye con la repetición de que “la palmera se ha caído” y que lo más importante es que sucedió “vivir“. Esta peculiar crónica de los efectos del viento en Andalucía se cierra con una sencilla y expresiva”Oye, borra“.

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