Se oponen a revertir la exigencia de un nivel mínimo de esta lengua para acceder a una plaza docente en los campus de Cataluña
CCOO y UGT han truncado el primer intento de eliminar la exigencia de acreditar un nivel mínimo de catalán para acceder a una plaza docente en las universidades de Cataluña.
Los representantes de estos sindicatos en la Mesa de Personal de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) se opusieron el pasado miércoles a una propuesta de CSIF que solicitaba la suspensión de la exigencia del nivel C1 de catalán en todas las oposiciones para funcionarios afectados por la nueva normativa, en vigente en ese centro universitario desde abril pasado.
Según revelaron a EL MUNDO fuentes presentes en la votación, la iniciativa salió derrotado por seis votos a favor, 13 en contra y dos abstenciones. Fue apoyada por los representantes del sindicato proponente, CSIF, y evitaron hacerlo los afiliados de CCOO y UGT, que, de esta forma, se alinearon con los siete representantes del sindicato independentista Intersindical-CSC.
Defiende la resolución afirmando que la exigencia de la El nivel C1 de catalán es una alteración inaceptable de las condiciones de los concursos para acceder a una plaza de profesor universitario que pueden tener un impacto en la captación de talento y la calidad docente de la institución. Destaca que tanto profesores como estudiantes tienen el derecho legal de expresarse en cualquiera de los dos idiomas oficiales. Y, por tanto, la exigencia de una acreditación lingüística específica es una asimetría injustificable que, además, puede perjudicar la convivencia entre las dos lenguas cooficiales.
Además, el CSIF destaca la falta de una justificación jurídica detallada sobre la interpretación de la legislación vigente, lo que ha llevado a exigir la acreditación del nivel C1 de catalán para acceder a un puesto docente. El sindicato destaca que la incertidumbre sobre la seguridad jurídica de la normativa lingüística hace que el requisito sea susceptible de impugnación.
Un decreto aprobado en 2010, en la última reunión del Gobierno socialista José Montilla, exige que los profesores que obtengan una plaza fija o que quieran ascender acrediten su competencia en lengua catalana aportando el nivel C1. El requisito legal existió, pero los centros universitarios nunca cumplieron estrictamente con la normativa generada por el último tripartito. Hasta ahora.
En junio de 2022, bajo la presión del Gobierno de la Generalitat, las universidades catalanas se comprometieron a regularizar a todo el profesorado y comenzaron a aprobar una normativa en la que se comprometían a exigir el C1 al profesorado que, desde entonces, está bajo una presión constante. requisitos para demostrar que disponen de esta acreditación lingüística.
La exigencia de un nivel mínimo de catalán a los profesores no es el único objetivo de la Generalitat, actualmente gobernada en solitario por ERC, que prevé imponer el 80% de las clases en esta lengua. En junio de 2021, los rectores de los ocho centros universitarios públicos de Cataluña firmaron un documento por el que se comprometían a garantizar el catalán como lengua vehicular de las universidades, fijando la cifra de un mínimo del 80% de catalán en las enseñanzas de cada titulación. , posgrado o máster como hito a alcanzar.