En las pequeñas parroquias de Asturiasdistinguirse con el Premio Pueblo Ejemplar que otorga cada año el Fundación Princesa de Asturias Es un honor y una oportunidad. Porque el día que la Heredera pasa en el pueblo de servicio da oportunidad a casi todos los vecinos de, como mínimo, estrecharle la mano. Muchos también pueden contarte lo que hacen e incluso sacarse un selfie.
Este año, el Pueblo Ejemplar ha sido concedido a las parroquias de Arroes, Pin y Candanal, en Villaviciosa. La Familia Real llegó allí en coche a las once y media de la mañana y se preparó para la intensa jornada. Hay tres parroquias vecinas que suman un total de 1.029 habitantes y su población aumentó un 11% a consecuencia del Covid. La mayoría de los vecinos viven de actividades agrícolas y agroalimentarias. A lo largo del camino se pueden observar grandes superficies de huertas y vacas, numerosas vacas de carne, ya que la crisis del sector lácteo ha provocado que los pueblos tradicionales vacunos lecheros hayan cambiado sus explotaciones por explotaciones de carne.
La Familia Real, vestida con vaqueros y zapatillas, estrechó más de medio millar de manos y conoció lo más típico de la zona. Casualmente era el Día Internacional de la Manzana y la Familia Real visitó un huerto y conoció el proceso de elaboración de la sidra, el zumo de manzana más preciado. La reina Letizia sabe servir, algo que los escolares aprenden en numerosas visitas a pueblos asturianos, y que ella interiorizó durante su infancia. La esposa de Felipe VI ya conocía esta zona del Principado, pero no el Rey, ni la Princesa y la Infanta, que era la primera vez que acudían a Villaviciosa.
La Familia Real ha asistido a un típico mercado agroalimentario, donde la Reina eligió unos pendientes hechos a mano para colgarlos en las orejas, y les entregaron una cesta con verduras de la zona. Un grupo folclórico interpretó el Xirigelu, baile típico asturiano que se baila en parejas. No faltaron las Gaitas, ya que esta es la tierra del maestro gaitero Ramón García Tuero, a quien le rindieron homenaje. Con vecinos en casi todos los rincones de la ruta, la Familia Real trabajó duro para complacer a todos. De hecho, una niña se quedó charlando con la princesa Leonor, a quien le regaló un collar con fotografías. “Sois el ejemplo de que un pueblo es también un buen lugar para la innovación tecnológica y social. Y porque en las tres parroquias habéis sabido compartir valores, inquietudes y vínculos culturales y familiares para seguir construyendo un entorno más favorable y un futuro mejor”. “, destacó la Princesa durante el acto institucional, que se celebró en Arroes. Allí, el Rey también destacó la zona como “un ejemplo de cómo las pequeñas comunidades atesoran valores fundamentales para el progreso de la sociedad: el respeto al medio ambiente, la armonía entre tradición y desarrollo sostenible y la cooperación vecinal, a través del intercambio de experiencias y conocimientos”. .
“Vos sois el símbolo, continuó el Rey, de las virtudes con las que se puede construir una vida dinámica. Entendiendo que sólo es posible hacerlo respetando y cuidando lo mejor del pasado”.
De Arroes la Familia Real se trasladó a Pion-Candanal, donde no faltó la sidra.
Y la sidra tampoco, los Reyes y sus hijas vieron el juego de mesa diseñado por los niños de la Escuela Agrupada Rural Les Maries y don Felipe y doña Letizia probaron un culín recién servido. La visita incluyó la presentación a la Familia Real de Galo, un toro de 1.280 kilos galardonado con el título de Maestro de Ternera Asturiana, un semental cotizado por algunos vecinos de Peña.