Recuperar la «memoria» del Canal de Castilla para que no «languidezca»


En los años de mayor esplendor del Canal de Castilla, a mediados del siglo XIX, además de las más de 300 embarcaciones que transitaban por él, existía en sus alrededores un boyante negocio. Sólo en la provincia de Palencia, en los caminos de sirga, se contabilizaron hasta 25 molinos harineros. La vida y la economía bullían en torno a esta imponente obra de ingeniería hidráulica y en sus orillas crecían las casas de los escluseros y otros empleados del canal. Poco o nada de eso queda ahora. Poco o nada queda de aquellas “magníficas” viviendas del siglo XVIII y en el caso de los molinos harineros, “salvo un par de excepciones”, la situación es muy similar: “a punto de derribar o claramente abandonados”.

Recoge las “aventuras itinerantes” de “los caballeros de la orden del pedal” -así se refieren a sí mismos en tono jocoso-, al tiempo que muestran el Canal de Castilla “como metáfora del abandono sufrido” por las tierras castellanas y “rescatar la memoria” de las personas que trabajaron en la que fue una de las mejores obras de ingeniería civil de la época ha sido el triple esfuerzo que se ha realizado Pascual Izquierdo (Sotillo de la Ribera, Burgos, 1951) en su nuevo libro ‘Viaje por el Canal de Castilla. Hacia la marea alta de orejas’ (Difácil, 2023), concebido como un libro de viajes, pero con el que quería llegar más lejos.

En su viaje por etapas -comenzó hace 23 años y terminó con varias visitas recientes- a lo largo de los tres ramales que forman esta formidable obra hidráulica, se detiene no sólo en las esclusas, muelles y acueductos, sino también en los pueblos cuyo término municipal es atravesado por sus aguas, donde conversan con sus habitantes para conocer y recopilar historias y experiencias como las de Julián Gonzalo Catalina, “un señor de 90 años” con quien coincidieron en el muelle de Valladolid, “que venía trabajando en todos los sitios del Canal. Había sido calafate, guardián de esclusas, celador… y tenía una memoria privilegiada.

Pasado y presente se fusionan así en una obra que quiere “rescatar esa memoria de un tiempo y de una vida que poco a poco va languideciendo” y de ahí que en ella se refleje “un amplio abanico de miradas”, aunque “la mirada fundamental es la búsqueda para la belleza.

En este sentido, Pascual Izquierdo recuerda que este “sueño ilustrado” ha dejado “vestigios arquitectónicos de gran singularidad”. Entre ellos destaca el Acueducto de San Carlos el Real de Abánades: »Es una joya magnífica, de cinco ojos, de gran elegancia. Cuando lo vimos por primera vez, en el año 2000, se encontraba en un triste estado de abandono, hasta el punto de que los sillares exteriores iban cayendo. Afortunadamente, su restauración se completó en 2020.”

Esto no sucede en todo el Canal de la Mancha. A pesar de estar catalogado como Bien de Interés Cultural, En el libro, el autor denuncia el deterioro que sufren muchos de sus elementos. De hecho, cuatro de ellos están en la Lista Roja del Patrimonio: El molino harinero de la primera esclusa (Rama Norte), la esclusa 15 (Rama Norte), la casa del encargado de la esclusa en el 39 (Rama Sur) y el conjunto de la esclusa 40 ( Rama Sur).

Autor de más de una treintena de libros de diversos géneros literarios, Pascual Izquierdo tiene una larga trayectoria en la elaboración de guías turísticas, que en las quince obras ahora publicadas, abarcan ciudades, provincias, comunidades y territorios relacionados con el vino o la gastronomía. El Camino de Santiago es otro de los destinos en los que se ha centrado en sus obras.

El escritor burgalés no ha dudado en aprovechar cada una de las presentaciones que ha tenido el libro -la última ayer, en la Fundación Segundo y Santiago Montes de Valladolid- para reivindicar que las tres entidades responsables, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) , Junta y los ayuntamientos de Valladolid, Palencia y Burgos- se ponen manos a la obra y “forman un consorcio o lo que estimen oportuno para poner en marcha un proyecto de rehabilitación integral del Canal en un plazo de cinco o diez años de forma que puede ser “recuperar la navegación”. «Creo que es un objetivo que se puede conseguir. En el último Congreso Internacional del Canal de Castilla que se celebró en Palencia se le esbozó la figura de Paisaje Cultural, que puede Disponemos de una oferta muy amplia en estancias europeas.

El autor considera que ese “abandono” que sufre se debe a que las autoridades no valoran suficientemente la infraestructura como atractivo turístico: “Estamos hablando de un monumento de interés cultural que en otros países con más sensibilidad cultural y artística de lo que ha sido España se habría rehabilitado completamente.

Tras su presentación ayer en Valladolid, Madrid y el municipio vallisoletano de Medina de Rioseco serán los próximos destinos antes de final de año.

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