Las misiones del Domund cuentan hoy con la mitad de ourensanos que diez años atrás


“Pés en Camiño” es el lema de la edición de este año de Domund, Domingo Mundial de las Misiones, que hoy expone mesas informativas y alcancías por la ciudad. Son un total de 82 misioneros orensanos los que pusieron al “pes en camino”, pero hace mucho tiempo. “Quizá hayan pasado 30 años desde que el último fue a hacer las misiones”, recuerdan desde la delegación de misiones orensana, que lamentan que cada vez “vamos cada vez menos”. Hay la mitad de misioneros que hace una década. En sólo un año perdieron ocho misioneros, por muerte o por regreso por edad avanzada. María López Janeiro, del Divino Maestro, está de regreso luego de un problema de salud. Tiene 86 años y ha estado en países como Venezuela y Perú: “Mi vida ha sido misionera y lo sigue siendo, pero ahora me quedo en España”. Ahora cuenta su experiencia en el Seminario.

Refuerzos de América Latina

La disminución de las misiones se produce en número de efectivos, pero también en dinero recaudado para las Obras Misionales Pontificias (OMP). Una herencia de un particular de 117.000 euros frenó este año la imparable caída de la recaudación para las misiones: las parroquias reducen el dinero enviado en unos 15.000 euros. La Diócesis de Ourense envió este año 260.000 euros a las misiones, aunque es casi un espejismo por la millonaria herencia recibida. “Es un evento específico. Si no fuera por esa donación, no sé qué pasaría. Intentamos generar conciencia”, dice Estefanía Plaza, secretaria de la delegación de misiones. El diagnóstico es claro: “Edades cada vez más avanzadas, menos vocación y los que quieren ir a misión no pueden porque aquí se les necesita”. Plaza añade que “La ironía es que ahora vienen de Latinoamérica a evangelizar aquí.”, ya que la Diócesis acoge cada vez más monjas y sacerdotes de países latinoamericanos. En Celanova, por ejemplo, gracias a la llegada de tres monjas venezolanas, este año se recuperó la congregación de las Siervas de Jesús.

Iglesias, colegios o centros de salud son algunos de los proyectos que se construyen gracias al dinero recaudado en Ourense con las misiones. Los delegados de Ourense están en 30 países de cuatro continentes. La gran mayoría (61) están en América, mientras que hay 9 misioneros en países europeos, siete en África y cinco en Asia.

El perfil de una misionera ourensana es el de una mujer -son la gran mayoría, 58 de 82- que emigró a países latinoamericanos cuando tenía veintitantos años y ya supera los 70. De hecho, el más joven tiene 60 años. Dedicaron toda su vida a las misiones y regresan de vez en cuando a Ourense, donde participan activamente en la reunión anual de misioneros.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *